Alcantarí, sin mangas ni vuelos directos a La Paz
El aeropuerto Alcantarí, ubicado en Yamparáez, un tema que da mucho de qué hablar, pero no siempre se lleva los mejores comentarios debido a las falencias que sufre y los perjuicios que suele ocasionar a los viajeros...
El aeropuerto Alcantarí, ubicado en Yamparáez, un tema que da mucho de qué hablar, pero no siempre se lleva los mejores comentarios debido a las falencias que sufre y los perjuicios que suele ocasionar a los viajeros...
“Primero, solidarizarme. Yo pensé que los tarijeños éramos los únicos que sufríamos con las comunicaciones aéreas (…) tener que buscar la forma de llegar a la capital de tu país y que no haya un vuelo directo y, para colmo, llegas al aeropuerto (...) y que no tenga una manga de recepción siendo la capital del país. Y aunque sea a pérdida. Yo entiendo con otras regiones (…), pero la capital... esto ya son palabras mayores”.
Así comenzó el senador Rodrigo Paz, de Comunidad Ciudadana, una entrevista en Correo del Sur Radio FM 90.1, el viernes, cuando llegó a Sucre.
Como él, la presentadora y actriz Paola Belmonte también expresó su queja, pero a través de la red social Twitter.
“Acá nos tienen sin poder descender del avión, hace 20 minutos porque llueve torrencialmente en #Sucre y el aeropuerto internacional de Alcantarí, no tiene manga (sic)”, tuiteó.
Las molestias de viajeros circunstanciales la sufren con mayor frecuencia los chuquisaqueños. De hecho, la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo (Cainco) de Chuquisaca planteó el reclamo formal por la falta de vuelos directos a la sede del Gobierno hace varios meses atrás.
En el último tiempo, empresarios, Brigada Parlamentaria y otras autoridades del MAS han realizado gestiones ante Naabol y Boliviana de Aviación (BoA). También está en curso una petición de informe al ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, planteada por los senadores de CC Santiago Ticona, Silvia Salame y otros. Hasta ahora, no hay noticias que indiquen un cambio.
¿Y las mangas? Ninguna novedad de parte del Gobierno. Aunque es una necesidad sentida y reclamada desde que se estrenó Alcantarí, en 2016.