Iglesia católica llama a convertirse en operadores de justicia por la paz
Monseñor Centellas convocó a jóvenes a cuidar sus vidas para no quedarse con la destrucción

La Iglesia católica llamó a los bolivianos a convertirse en verdaderos operadores de justicia y paz en la familia, en el trabajo, en la sociedad, y donde el Señor los convoque, para contrarrestar las viejas prácticas de amenazas, bloqueos y enfrentamientos.
Esas palabras fueron vertidas por el arzobispo de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti, durante la celebración del Domingo de Pascua de Resurrección en la Catedral ayer.
“¡No hagamos que Cristo haya resucitado en vano! Salgamos de los sepulcros de la violencia y del desencuentro y resucitemos a la fuerza del amor, el perdón y la reconciliación. El Resucitado es la esperanza de un mundo nuevo, la luz que nos indica el camino a recorrer para construir juntos una sociedad fraterna, justa y pacífica que se enriquece con la cultura y los valores de cada pueblo y nación de ayer y de hoy”, exclamó.
Pidió a los fieles católicos que “ya es hora de dejar la indiferencia y la pasividad”. Además, los instó a salir “del anonimato, indiferencia y cobardía”, para revestirse “de la luz del Resucitado, dando testimonio alegre y valiente de nuestra fe y siendo operadores de la verdad, la justicia y la paz en la familia, el trabajo y la sociedad, allí donde el Señor nos ha puesto”.
EN SUCRE
El arzobispo de Sucre, monseñor Ricardo Centellas, en la celebración de la Pascua, dedicó palabras a los jóvenes que estuvieron en una cantidad apreciable en la Catedral Metropolitana.
Dijo que uno de los principales desafíos de ese sector es cuidar sus vidas para crecer integralmente y no quedarse con la destrucción. “Que nuestra vida esté sustentada en el amor que es respeto, comunión, amabilidad y fidelidad”, manifestó.
Deseó que Jesús resucitado “sea nuestra motivación, nuestra fuerza y nuestro apoyo”, porque eso representa la resurrección. “Jesús ha vencido al mal para contagiarnos de vitalidad”, sostuvo Centellas.
“Jóvenes, vayan adelante en la vida, no solo en sus estudios. Vayan adelante en su experiencia, con sus amigos, en la sociedad, para que todos marchemos juntos”, agregó.
Luego, en un contacto con algunos periodistas, destacó que después de dos años se haya vuelto a la presencialidad en las actividades de conmemoración de la Semana Santa, a causa de la pandemia del coronavirus.
El Papa llama a escuchar el clamor
El papa Francisco llamó ayer, domingo, a que los líderes de las naciones "escuchen" el clamor por la paz en una “Pascua de Guerra” en la que se refirió a una Ucrania “martirizada” por el conflicto.
“Hemos visto demasiada sangre, demasiada violencia”, dijo el papa en su tradicional bendición “Urbi et Orbi” delante de cerca de 50 mil fieles en la Plaza San Pedro de Roma.
El Papa pidió a los fieles que no se “acostumbren a las guerras”.
“Comprometámonos todos a pedir la paz con voz potente, desde los balcones y en las calles”, exhortó a la multitud que respondió con aplausos.
El papa Francisco insiste desde hace semanas en la necesidad de una paz para Ucrania, tras la invasión que sufre el país desde el 24 de febrero por las tropas Rusas.
“Llevo en el corazón a las numerosas víctimas ucranianas, a los millones de refugiados y desplazados internos, a las familias divididas, a los ancianos que se han quedado solos, a las vidas destrozadas y a las ciudades arrasadas”, dijo el pontífice.
El Papa también celebró que “en medio del dolor” no faltan “signos esperanzadores, como las puertas abiertas de tantas familias y comunidades que acogen a migrantes y refugiados en toda Europa”.
Fue un mensaje centrado en la guerra, los sufrimientos del pueblo ucraniano agredido, los dos años de pandemia que aún no ha concluido y las 175 guerras que vive el mundo entero, en sociedades dominadas por el hambre, la desnutrición y la miseria.