Zona alta del barrio Japón vive asfixiada por intensa polvareda
La Alcaldía realiza el rociado con agua y sal para atenuar el efecto del tránsito
Vecinos de la zona alta del barrio Japón tropiezan con un serio problema de contaminación, generada por la constante polvareda que levanta un intenso tráfico vehicular durante todo el día.
Sobre todo quienes viven en la entrada a este barrio, en inmediaciones de la avenida Tokio, relatan su angustiante situación y reclaman de las autoridades atención a este problema. Diariamente, la nube de polvo se asienta sobre pequeños negocios de comida, tiendas comerciales y domicilios ubicados en esa intersección.
Pese a que el Gobierno municipal ha dispuesto un cronograma de regado de la plataforma de la calzada utilizando una mezcla de agua con sal, el intenso tráfico hace que la solución sea momentánea y que a los pocos días la capa de polvo vuelve a cubrir amplios sectores del lugar.
La sequía de temporada (hace cuatro meses que no llueve sobre la ciudad) agrava la situación. El ambiente está prácticamente cubierto de polvo durante gran parte del día, pero se agudiza en las horas pico del tráfico, en las mañanas y al atardecer, cuando centenares de vehículos transitan para dirigirse a otros barrios cercanos.
“En mi casa ya no se puede vivir, tengo los ojos inflamados, ya no podemos casi respirar”, se queja Costa Arancibia, una vecina que vive en el lugar hace más de 20 años y cuenta que antes no se presentaba este problema debido a que el tráfico era escaso.
Cerca del barrio hay un contenedor de basura que se ha convertido en un foco de contaminación por la gran cantidad de desechos depositados allí. Y en este lugar confluye una considerable cantidad de chanchos, convirtiendo el sector en un foco infeccioso. Los vecinos aseguran que el depósito es utilizado por comerciantes del mercado San Antonio, que se encuentra a pocos metros.
Otro problema que angustia al vecindario es la falta de agua. Debido a la época seca, existe un escaso abastecimiento. Los habitantes de la zona alta del barrio aseguran que durante el día no cuentan con ese servicio, el mismo que recién llega en horas de la madrugada para volver a cortarse cerca al mediodía.
Los vecinos también advierten sobre la deficiente iluminación pública, lo que genera inseguridad en horas de la noche debido a la presencia de grupos de personas que consumen bebidas alcohólicas.
Asimismo, reclaman la construcción de una vereda en la calle que lleva al mercado San Antonio, debido a que la estrechez del paso pone en riesgo la integridad de los usuarios.
ALTERNATIVA
Consultado sobre estos problemas, el subalcalde del Distrito 5, Alfredo Anagua Zárate, dijo que ante estos reclamos se dispuso una solución transitoria con el rociado con un compuesto de agua y sal, que evita el polvo en suspensión, aunque admitió esto es nada más que un paliativo mientras se trabaja en un proyecto mayor: el pavimentado rígido.
Anagua explica que son alrededor de 18 barrios los que se encuentran ubicados en ese distrito, y que la mayoría tropieza con el mismo problema. Sin embargo, dice que se requiere un “monto elevado” para financiar un proyecto de solución integral.
“Hay que buscar financiamiento; mientras, se ha dispuesto el regado cada diez a quince días en todo el trayecto que va desde el Barrio Japón y llega casi hasta Ckora Ckora”, apunta.
Abastecimiento de agua
En relación al abastecimiento de agua potable, el Subalcalde explica que la mayor parte de las juntas de vecinos del distrito están “fuera de la zona de vigencia” de la Empresa Local de Agua Potable y Alcantarillado (Elapas), aunque señala que se viene trabajando en alternativas de solución para garantizar el suministro.
“Estamos viendo un proyecto con Elapas para un bombeo a futuro. Pero entretanto hemos diseñado un cronograma de provisión que incluye la distribución por cisternas; en algunos barrios se llenan tanques y en otros se hace la entrega a los vecinos”, agrega.
Anagua destacó que autoridades y vecinos vienen realizando un “trabajo en conjunto” para solucionar estos problemas.