Publicidad en el centro histórico: Conoce la nueva norma vigente
Piden encargarse también de los cables que afean los inmuebles patrimoniales
Un nuevo decreto municipal que regula los anuncios y letreros en el centro histórico, busca preservar la imagen patrimonial de la ciudad. Con este mismo propósito, desde la Escuela Taller Sucre (ETS) recomiendan ocuparse también de los cables que afean las fachadas.
Sobre la publicidad instalada en el centro histórico en los últimos años, “he visto la proliferación de letreros luminosos, algunos tapan mucho la arquitectura incluso les ponen ornamentos pero son unos casos muy puntuales”, afirma Domingo Izquierdo, director de la ETS, quien identifica otro factor preocupante que daña aún más la imagen patrimonial.
“Lo que más daña la imagen arquitectónica y patrimonial es el cableado excesivo; cuando uno toma fotografías se da cuenta de las marañas en todas las fachadas, esquinas hay ovillos madejas, cajas”, asevera al recordar que según un estudio el 60% de esos cables están en desuso.
“Habría que poner en marcha los proyectos de soterrado de esos cables”, recomienda.
LA NORMA EN SÍ
CORREO DEL SUR detalla a continuación los pormenores de la nueva disposición relacionada a la publicidad que se encuentra vigente desde el 26 de septiembre y que ya cuenta con reglamentación.
De acuerdo a la explicación de la directora de Patrimonio Histórico, Cinthia Durán, este decreto se diferencia de anteriores normas porque establece con claridad las características técnicas que deben tener los anuncios y letreros en la jurisdicción patrimonial.
Antes, las ordenanzas municipales se referían a la publicidad de forma dispersa, señala Durán al manifestar que “el fin de esta normativa es principalmente mantener la imagen patrimonial que es importante para nuestra ciudad”.
“Es una normativa técnica, principalmente establece las características, dimensiones, tipologías de los letreros en cuanto a la jurisdicción patrimonial”, dice la directora de Patrimonio Histórico.
Sanciones
Las infracciones graves se refieren a la instalación de anuncios o letreros de manera arbitraria y que no cuenten con la autorización correspondiente, o cuando teniendo autorización o permiso no se apeguen a las características, o cuando se realicen modificaciones no autorizadas, o ante la falta de retiro oportuno de pasacalles, otros anuncios o letreros temporales; por último, están los que obstaculicen el libre tránsito vehicular o peatonal.
La primera sanción es la asistencia a un día de capacitación en normas de convivencia, relaciones humanas y buena vecindad urbana, la reincidencia es sancionada con tres días de trabajo comunitario o con cancelación de 500 Unidades de Fomento a la Vivienda (UFV), equivalente a 1.200 bolivianos.
Las infracciones muy graves son el pintado, empapelado, grafiteado o colocar de propaganda en fachadas, monumentos nacionales, arboles de plazas, plazuelas, avenidas y parques y otras espacios patrimoniales, la sanción es un día de capacitación en normas de convivencia y un día de trabajo comunitario. La reincidencia tiene una multa de cancelación de 1000 UFV, es decir 2.400 bolivianos.
En caso de no cumplir con la cancelación de las sanciones impuestas o no regularizar la autorización respectiva, los propietarios de negocios se exponen a la revocación de su licencia de funcionamiento.
También al retiro inmediato del anuncio y/o letrero (móvil) y la reposición, pintado, limpieza o restauración de los inmuebles de valor patrimonial que pudieran ser afectados.
Recomendaciones
Con esta nueva norma vigente se pide a las personas que tengan negocios o comercios en el centro histórico tomar en cuenta las características técnicas para sus letreros y regularizar sus autorizaciones.
“Cuando implementamos publicidad sin ningún control afectamos la imagen patrimonial del área histórica y de nuestros inmuebles”, refiere Durán al mencionar que el pago de patentes con esta nueva ley correrá desde enero de la siguiente gestión.
Sobre la nueva normativa, Izquierdo dice que hay características vigentes para la instalación de letreros y si bien los grafitis y afiches dañan mucho la imagen son reversibles.
“Finalmente se los quita, se lava la superficie (…), pero el cableado hay cada vez más”, sostiene al llamar a las autoridades a ocuparse de ese aspecto.