En los mercados de Sucre no hay papa del productor al consumidor. Este tubérculo que en las últimas semanas incrementó abruptamente su costo, pasa por al menos tres intermediarios antes de llegar a la mesa del consumidor y a un precio mayor al inicial, ya que cada vendedor saca su “ganancia”.
Entonces, no solo es sequía, sino que la situación también pesa a la hora de su distribución y comercialización, por lo que en los mercados están obligados a incrementar los precios para que sea rentable.
Según constató CORREO DEL SUR, en el Mercado Campesino, la arroba de papa imilla está en 68 bolivianos y la rosada, entre 55 y 60, dependiendo al tamaño. Las grandes se venden en Bs 75 y la rosada, en 58.
En el Mercado Central la arroba de papa imilla se ofrece en Bs 80, mientras que la holandesa se puede encontrar desde 70, 60 y 48 bolivianos, las más pequeñas.
“Los productores ya no llegan a la ciudad, son los camioneros los que van hasta la cementera y hacen su negocio. Esos señores que traen en sus movilidades lo venden en uno a las personas que rescatan y estos se lo llevan al lado de Oruro y Potosí y nosotros tenemos que agarrarnos de ellos”, lamentó una comerciante de este centro de abasto, que pidió quedar en el anonimato.
Ante esta situación, solicitó mayor control en los centros de abasto mayoristas para evitar que este tubérculo siga incrementando sus costos.
Al respecto, el director de la Oficina de Defensa del Consumidor (Odeco), Zenobio Flores, indicó que el conflicto en Perú se refleja en esta alza y anticipó controles en diferentes centros de abasto de Sucre y recurrir a los productores el municipio de Aiquile para aprovisionar a la ciudad y evitar la escasez de este producto.
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