Trabajadoras del hogar y su lucha inclaudicable

Jovial y con una sonrisa picaresca. Así la encontramos en plena plaza 25 de Mayo, donde llamó la atención de algunos periodistas que la rodearon con el propósito de captar sus gestos y movimientos al resumir en quechua su vivencia. Tiene 58 años de edad, 35 de los cuales los pasó cumpliendo labores como trabajadora asalariada del hogar.  

Su nombre es Gregoria Pachacopa y ayer, 30 de marzo, Día Nacional e Internacional de las Trabajadoras del Hogar, junto a sus compañeras de rubro, llegó al centro de Sucre para reivindicar sus derechos.

“Si no nos organizamos no lograremos nada, por eso nos unimos con las compañeras para venir aquí en nuestro día y reclamar por nuestros derechos”, manifiesta Gregoria.

Retrocede en el tiempo y vuelve a sus años mozos, por sus 23 años, justamente, cuando se integró a este rubro. 

Cuenta que brindó su fuerza de trabajo, lavando, limpiando, planchando y cocinando en diferentes hogares de Santa Cruz, donde “casi siempre” la trataron bien, aunque no faltaron algunos “patrones” que le exigían cumplir un horario de 7:00 a 23:00 o más.

“Ellos no tienen noción del tiempo, no veían mi esfuerzo ni mi cansancio y querían que trabajemos más y más”, recuerda.

Llegar a Sucre fue una decisión acertada, dice, ya que la ciudad la recibió con brazos abiertos y además se integró en hogares en los que le brindaron comprensión y mejores condiciones laborales.

“Mi señora es muy buena, ella es chuquisaqueña. Yo confío en ella y ella confía en mí, más que mi familia”, continúa.

Finalmente, se solidariza con sus compañeras que viven otra realidad, aquella en la que los contratantes son “inconscientes, desconsiderados y hasta violentos”, como los va nombrando Yolanda Mamani, extrabajadora del hogar, activista, feminista, radialista y conductora de los programas Cuento Q’epi y Debate con la Chola Bocona en Radio Deseo de La Paz, que llegó a Sucre para ofrecer una charla sobre la situación laboral de su gremio.

Cerca de ella aparece Josefina. Cuenta que a sus 12 años dejó Camargo para migrar a Sucre en busca de mejores días, aunque para ella no todo fue una “taza de leche”, ya que en una etapa fue víctima de maltrato psicológico, violencia física y acoso sexual, una realidad que le impulsó a superarse, pese a las limitaciones.

Mamani dice que este tipo de casos y otros, como la discriminación, se siguen dando, pero se logró palear en algo con la Ley 2450 del 9 de Abril de 2003 que las ampara, aunque abrió falencias, como que los contratos ya no corren y que sus tareas son requeridas por algunas horas o días para evadir responsabilidades y beneficios sociales.

“Exigimos a todas las instancias de gobierno, a los empleadores y a la opinión pública chuquisaqueña el cumplimiento efectivo de nuestros derechos y un salario digno de 2.164 bolivianos por 8 horas”, sentenció.

LEY

El 25 de octubre de 2011 mediante la Ley N°181 se declaró al 30 de marzo como el Día Nacional de la Trabajadora y el Trabajador Asalariado del Hogar.