Peligro en dos avenidas de Sucre

Las avenidas Jaime y Germán Mendoza de Sucre tienen antecedentes de accidentes fatales de larga data. Vecinos y ferreteros dicen que la falta de intervención de autoridades municipales y policiales ha convertido a esas vías en un peligro diario para los peatones.

El viernes se cumplió un mes del trágico accidente que la mañana del 5 de abril segó la vida de una docente universitaria en la avenida Jaime Mendoza esquina Ricardo Andrade. Pero en esa intersección los choques, bocinazos, invasiones de carril y peatones apresurando el paso o corriendo para no ser atropellados son el pan de cada día, sobre todo, en horas pico. 

¿Qué pasa allí? Esta avenida tiene dos carriles con espacio para la circulación de dos filas de vehículos en cada uno, pero, en la práctica, uno de ellos es utilizado como estacionamiento, pese a que el Código de Tránsito lo prohíbe.

Los contiguos a las jardineras que colindan con la Germán Mendoza están catalogados como “vías rápidas”: son los que descienden del paso a desnivel de la zona Plaza del Cooperativista; por el tercero, el tránsito es algo más lento, pero igual de intenso que en los dos primeros.

“Te descuidas un minuto y ya estás escuchando un choque, o bocinazos, o choferes que bajan de sus autos y se trenzan a golpes. O, peor, ves un peatón tendido en el suelo o un motociclista atropellado”, dice una vendedora de pinturas en la esquina Jaime Mendoza-Gregorio Reynolds. El sector está ubicado una cuadra antes de la avenida citada y la calle Ricardo Andrade. 

Ella y sus vecinos aseguran que ese perímetro, formado por las avenidas Mendoza y las calles Reynolds y Andrade, es “una bomba de tiempo”.

Otros comerciantes van más allá y se animan a hacer cálculos: entre tres y cinco accidentes de tránsito al día, solo en ese sector. Esto tiene lógica si se toma en cuenta que no todos los hechos de tráfico –choque a objeto fijo/vehículo estacionado, colisión entre vehículos o atropello a peatón– son atendidos por la Policía o denunciados.

“¡Uy, no, aquí es grave! A la señora la pasó por encima el camión…”, dice un ferretero de la Germán Mendoza, al frente de la Jaime Mendoza, al recordar el atropellamiento fatal de un anciana el 27 de septiembre de 2016, una cuadra antes de El Reloj. 

En idioma quechua, la madre del ferretero le cuenta a CORREO DEL SUR que cruzar a las jardineras en medio de las avenidas es imposible, incluso si van a las esquinas y siguen la señal de los semáforos.

En la zona, varios factores confabulan para elevar el grado de siniestralidad: exceso de velocidad, infracciones de conductores, imprudencia o mal cálculo de peatones e inexistencia de soluciones estructurales de parte de las autoridades. Vecinos hablan del “destino”…     

CIFRAS

Este diario solicitó datos estadísticos a la Dirección Departamental de Tránsito, vía carta, esta semana, pero todavía no recibió una respuesta.

Sin embargo, revisados los reportes policiales de los últimos meses se evidencia que las avenidas Mendoza son el foco más alto de hechos de tránsito con relación a otras de la ciudad, como la colapsada avenida de las Américas, el mercado Campesino, Lajastambo, parada a Ravelo, salidas a Cochabamba y Tarabuco, y San Juanillo, solo por citar algunas.

Este año, el 5 de abril, murió atropellada una docente de San Francisco Xavier, pero un mes antes, el 2 de marzo, en la Jaime Mendoza casi esquina Ostria Gutiérrez se produjo un accidente de tránsito con vuelco de campana: dos mujeres heridas que iban en el vehículo siniestrado.

La madrugada del 26 de enero, un conductor en presunto estado de ebriedad atropelló a una trabajadora de EMAS en la Germán Mendoza. Y el 21 de diciembre de 2022, la Policía atendió un caso de atropello a peatón en la Jaime Mendoza, justamente donde en abril de este año murió la profesora María del Carmen Iglesias Torrez, de 54 años: Jaime Mendoza-Ricardo Andrade.

El registro de este diario es extenso y será detallado en una próxima edición, cuando sean cotejadas también las cifras oficiales de Tránsito. Pero la evidencia está ahí, con los hechos descritos líneas arriba y choques contra árboles, vuelcos de motocicletas y de otros motorizados, de tonel o de costado, colisiones múltiples, choques contra muros de los pasos a desnivel y hasta atropellos protagonizados por vehículos que circulaban a contramano.

¿Soluciones?

Vecinos de las juntas vecinales del Barrio Obrero y San Pablo y ferreteros de las avenidas Mendoza dicen haber hecho más de una representación ante la Alcaldía y la Policía para buscan una solución integral a esta problemática.

UNA TESIS

Hay un proyecto de tesis de la Universidad San Francisco Xavier titulado “Construcción de pasarela peatonal en la avenida Jaime Mendoza-Ricardo Andrade” que se encuentra en línea, colgado en la red internet.

Los vecinos plantearon que se establezca la presencia de agentes de Tránsito para regular el alto tráfico en horas pico, la implementación de reductores de velocidad y semáforos y hasta la construcción de una pasarela peatonal en la esquina de la Ricardo Andrade, tomando en cuenta el flujo peatonal tanto de universitarios que ascienden a las avenidas desde la zona del Inisterio para llegar al mercado Campesino y viceversa como de vecinos y amas de casa que salen de esa zona comercial con dirección al centro de Sucre.

Una habitante de la zona del barrio San Pablo le dijo a este diario que no solo hay riesgo para los peatones en ese perímetro, sino también en la calle Manuel Ascencio Padilla, una válvula de escape desde el Campesino a la zona del coliseo Jorge Revilla Aldana e Inisterio.

Hablan de una esquina “pesada”

“Va a seguir muriendo gente…”. Con esa afirmación, en diálogo con CORREO DEL SUR, un taxista cuenta al menos cuatro muertes registradas en los últimos cinco años en la esquina Jaime Mendoza-Ricardo Andrade. La más reciente fue la de la docente de la Universidad San Franciso Xavier, el 5 de abril pasado.

Vecinos y ferreteros de la zona lo corroboran. Algunos dicen que hasta tienen miedo de pasar por la zona. Aseguran sentir una energía extraña. Dice que el área es “pesada”, lo que, según la creencia popular, quiere decir que congrega espíritus o almas malignas en busca de víctimas.

La berma de esa esquina tiene una escalinata peatonal para ascender de la Jaime a la Germán Mendoza. Hoy, tras el deceso de hace un mes, hay flores al pie de las gradas; algunos moradores del lugar incluso piensan en levantar una apacheta por el alma de la difunta y para “que descanse en paz y ahuyentar energías negras”, pero temen que la Alcaldía se los prohíba, como ocurrió en el pasado cerca de allí por otro accidente con muerte.