“Micaela”, de la indigencia al Albergue “Raúl Otero”

Fragmentos de nylon y cartón, además de unos envases de plástico, son los vestigios que Micael Colque, popularmente conocido como “Micaela” (así prefiere que le llamen), dejó en medio de dos casetas de la avenida Hernando Siles casi esquina Junín, en Sucre, que hasta el viernes fue su hogar. Ahora él cuenta con una habitación y un cómodo colchón que las autoridades le habilitaron en el Albergue de Larga Estadía “Raúl Otero”.

Antes de su rescate, a esta persona de talla baja se la observaba en inmediaciones de la expeatonal y en calles aledañas. Enfundado en una blusa desteñida y una pollera desgastada por el tiempo, haciendo juego con su sombrero, tocaba su vieja armónica por unas cuántas monedas. 

Nadie sabe precisar el tiempo que vivió en esta situación: una comerciante revela que hace más de una década le brindó ese espacio, de no más de medio metro, y allí Micaela se acomodó en medio de nilones, bidones y cartones.

En el último tiempo no solo tuvo que hacerles frente a las carencias, sino también a la pérdida del sentido de la vista y al consumo de alcohol, vicio con el que, según comentan en la zona, combatía las temperaturas bajas.

SU RESCATE

Micaela vive ahora una nueva realidad. Se despojó de lo poco que tenía y pasó a un hogar de adultos mayores, donde cambió el frío y la incomodidad del concreto por una habitación y una acogedora cama.

El viernes, funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Humano y Social de la Alcaldía de Sucre, en coordinación con otras instituciones locales, gestionaron su traslado al Albergue de Larga Estadía “Raúl Otero”, que es administrado por el Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges) de la Gobernación de Chuquisaca.   

POR SU MAMÁ

Asimismo, culminaron satisfactoriamente los trámites de su certificado de nacimiento y su cédula de identidad. En ese documento figura que Micael Colque nació el 25 de diciembre de 1961 en la provincia Murillo, del departamento de La Paz. Es soltero y de profesión agricultor, con domicilio en la avenida Hernando Siles esquina Junín.

La secretaria municipal de Desarrollo Humano y Social, Marisol Llanos, aclara que no se ha vulnerado ninguno de sus derechos, tomando en cuenta que él acepta ser varón, pero “le gusta que le llamen Micaela porque era el nombre de su madre”.

DIEZ AÑOS

Una comerciante revela que hace más de una década le brindó un espacio entre casetas en la calle Hernando Siles. 

Allí se acomodó en medio de nilones, bidones y cartones.

Los trámites por la identidad de Micael Colque

Marisol Llanos, secretaria municipal de Desarrollo Humano y Social, informó que se venía haciendo seguimiento a este caso desde hace aproximadamente un año, pero los métodos adoptados por los funcionarios para acercarse a esta persona no solían ser efectivos y fracasaban, hasta que una de las psicólogas de la Unidad de Atención a las Personas con Discapacidad se dio a la tarea de entablar amistad con “Micaela”, como prefiere Micael que le llamen. 

Le proporcionó almuerzos y cenas y se ganó su confianza. Y pudo convencerle a salir de la indigencia a sus 62 años.

Con su consentimiento, iniciaron las gestiones interinstitucionales con el Servicio de Registro Cívico (Sereci), la Delegación Defensorial Departamental Chuquisaca, el Programa Nacional de Servicios Sociales y Legales para Personas con Discapacidad (Pronassle) y el Sedeges.

“Micael Colque (más conocido como Micaela), oriundo de la ciudad de La Paz, conmovido y entre lágrimas recibió hoy su cédula de identidad”, posteó en sus redes sociales el director del Segip, Álvar Arandia, quien agregó que ese documento le “facilitará su acceso a todos los beneficios sociales que el Estado brinda en su condición de adulta mayor y con discapacidad visual”.

Llanos, por su parte, anunció: “Vamos a realizarle estudios médicos para determinar el grado de discapacidad que tiene, pero también continuaremos con los trámites correspondientes para que él pueda acceder a sus beneficios sociales que por ley le corresponden”.