Escalinatas de la calle Riosinho, punto de inseguridad y desorden
Los vecinos vertieron aceite en una zona para evitar que fuera ocupada por malhechores
Un conjunto de escalinatas que conectan la calle Riosinho con la plazuela Vicente Camargo se convirtió en un espacio problemático para los vecinos del sector. Lo que debería ser una sencilla vía de acceso se transformó en un punto de encuentro frecuente para jóvenes que utilizan el lugar para el consumo de bebidas alcohólicas y otras sustancias ilícitas. Esta situación genera un clima de incomodidad, molestia e inseguridad entre los residentes de la zona.
Las escalinatas, de estructura tipo caracol, pero no tan en espiral como otras de la ciudad, son un punto de comunicación entre la calle Riosinho y la final Camargo. Sin embargo, en medio de este puente de acceso, se localiza una vereda que conecta con otro sector, lo que permite a quienes frecuentan el lugar esconderse con facilidad y continuar con sus actividades, a menudo indeseadas.
Según los testimonios de los propios vecinos, estos grupos suelen instalarse en el sitio durante largas horas, consumiendo alcohol, drogas y, en ocasiones, haciendo uso de la vía pública como un mingitorio.
De acuerdo a los testimonios recolectados por CORREO DEL SUR, meses atrás una de las vecinas sufrió un robo en las escalinatas a pocos metros de su hogar. Ahora debe rodear la zona para llegar a su domicilio, lo que representa mayor tiempo. Este hecho, junto con otros incidentes reportados por los vecinos, dejóen evidencia la creciente inseguridad que se vive en el sector.
VERTIERON ACEITE
Para hacer frente a esta situación, los habitantes más cercanos a las escalinatas recurrieron a diversas medidas para disuadir a las personas que hacen de este lugar su punto de encuentro.
Un vecino confesó que optaron por echar aceite en un sector de las escalinatas en varias ocasiones, en un intento por evitar que quienes se concentran en el lugar puedan permanecer allí durante tanto tiempo.
ALUMBRADO
El problema también se ve agudizado por el mal estado de algunos servicios públicos en la zona. Uno de los principales reclamos está relacionado con un poste de luz que, en ciertas ocasiones, deja de funcionar y deja parte de las escalinatas a oscuras.
Este es un factor que incrementa aún más la sensación de inseguridad, especialmente por las noches, cuando la oscuridad facilita que se lleven a cabo actividades ilícitas sin ser vistos.
La falta de vigilancia policial regular y de una solución definitiva por parte de las autoridades locales contribuye a que esta problemática persista. “Llamamos a la Policía, pero a veces vienen y otras no, yo opté por ver a estos jóvenes desde mi ventana, así se sienten incomodan y se van”, relató uno de los residentes.
El caso de las escalinatas de Riosinho no es único. Otros sectores de Sucre también han experimentado situaciones similares, donde jóvenes se concentran en lugares públicos para el consumo de alcohol y drogas, generando un clima de inseguridad y descontento.
Entre otros aspectos, los vecinos reclaman por la falta de limpieza en el lugar. En el momento en que este diario visitó la zona, se percató de que las partes superior e inferior de las escalinatas son utilizadas como depósito de basura, al igual que un área verde que se encuentra al lado de las mismas.
Respecto a las soluciones posibles a las problemáticas, Silvestre Mamani, subalcalde del Distrito 2, se comprometió a idear acciones para atender las necesidades de la zona, principalmente en temas de limpieza.
LOS VECINOS
Este poste deja de funcionar a veces y toda esta parte se vuelve oscura”
Gabriela P.
Vienen jóvenes a beber y a consumir otras sustancias y es incómodo”
José Antonio Fernández
Se sientan aquí y ya ni se puede salir en las noches”
Anónimo