Desafíos y cuidados de niños con trastornos mentales

La salud mental en niños es un tema crucial que merece la atención y comprensión de toda la comunidad. Los trastornos mentales en esta población vulnerable, pueden tener un impacto significativo en su desarrollo y bienestar, así como en sus familias y entorno. En este artículo, se exploran los desafíos que enfrentan los niños y sus familias, para reflexionar en el planteamiento de soluciones que pueden marcar la diferencia en sus vidas.

TIPOS DE TRANSTORNOS EN NIÑOS 

Los trastornos mentales en niños son variados y pueden dividirse en dos categorías principales: trastornos psiquiátricos y trastornos del neurodesarrollo. La psiquiatra del Instituto Psicopedagógico “San Juan de Dios”, Mirtha Canseco, ayuda a comprenderlos mejor y diferenciarlos:

TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS Y DE CONDUCTA

Ansiedad y depresión - Los niños la experimentan por diversos detonantes o situaciones. Afectar su capacidad para funcionar en la escuela y en la vida diaria.

Estrés – En los niños puede manifestarse de diversas formas y puede deberse a factores como la presión académica o los problemas familiares.

Tricotilomanía y Onicofagia – Arrancarse el cabello o morderse las uñas son trastornos compulsivos. 

Hiperactividad – O trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), dificulta la concentración y el comportamiento en el aula. Es un trastorno neuroconductual.

Trastornos de Alimentación - La anorexia y otros trastornos alimentarios pueden afectar a los niños y adolescentes, poniendo en riesgo su salud física y mental.

Esquizofrenia y Trastornos Psicóticos - Impactan en la percepción de la realidad y la función cognitiva.

Trastornos de Conducta - Involucran patrones de comportamiento problemáticos, como la agresión o la desobediencia.

Los problemas de salud mental no son tangibles, cuando a una persona le falta un ojo o le falta una pierna se ve, pero el trastorno de la salud mental no se ve, es intangible”.

SONIA LEÓN Directora ejecutiva ONG Ayninakuna

TRASTORNOS DEL NEURODESARROLLO

Trastorno del Espectro Autista (TEA) - Afecta la comunicación y la interacción social. Los niños con TEA pueden tener dificultades para establecer relaciones y comunicarse de manera efectiva.

Síndromes Convulsivos y Epilepsia - Involucran episodios de actividad cerebral anormal que pueden manifestarse en convulsiones.

Retraso Mental - Se caracteriza por un funcionamiento intelectual deficiente y limitaciones en las habilidades adaptativas.

Es importante destacar que los trastornos del neurodesarrollo no siempre requieren medicación y su manejo puede implicar intervenciones terapéuticas y educativas.

EL DIAGNÓSTICO 

En Sucre, la situación de los niños con trastornos mentales es especialmente desafiante debido a la falta de recursos y servicios especializados. Según Cinthia Bejarano, madre de un adolescente con autismo y miembro de la asociación Ángeles con Esperanza, el diagnóstico de estos trastornos se realiza tardíamente, generalmente a los seis o siete años de edad.

El Instituto Psicopedagógico “San Juan de Dios” es el único centro público en Sucre que realiza diagnósticos de trastornos mentales en niños y adolescentes. Sin embargo, la capacidad de este centro para diagnosticar a temprana edad es limitada, lo que puede retrasar la identificación y el tratamiento de los trastornos.

Una vez que se realiza el diagnóstico, los niños con trastornos mentales deben someterse a consultas regulares con neurólogos, neuropediatras y psiquiatras, lo que puede representar una carga para las familias. Debido a la alta demanda en los centros de salud pública, muchos padres se ven obligados a buscar atención privada si desean una atención más rápida.

En el Psicopedagógico de Sucre los padres duermen haciendo fila para obtener una ficha para la atención. Esto acontece todos los días y una ficha cuesta de Bs 30; de acuerdo a testimonios de los afectados solo reparten diez fichas para cada especialidad. 

“Tener una cita privada con un psicólogo, psiquiatra o neuro pediatra es carito”, afirma Bejarano al apuntar que una consulta privada cuesta entre 50 a 200 bolivianos.

Bejarano es parte de la asociación Ángeles con Esperanza que organiza a los padres con hijos que tienen algún tipo de trastorno que se conocieron, accidentalmente, en un evento que organizó con esta temática la Universidad de San Francisco Xavier en 2012; el objetivo, es buscar entre ellos contención y apoyo.

Finalmente hizo notar que los trastornos mentales son, habitualmente, acompañados de otras enfermedades, debido a que la condición mental afecta indefectiblemente a la salud física de los niños que requieren un tratamiento especial.

LOS FARMACOS SON COSTOSOS

Además de los desafíos en el diagnóstico y el acceso a la atención médica, los costos de los medicamentos representan otra dificultad. Según el Comité Departamental de Salud Mental (Codesame) en Chuquisaca, los medicamentos necesarios para tratar trastornos mentales pueden ser costosos. La compra de tratamientos completos para trastornos como la esquizofrenia o la personalidad bipolar puede tener un impacto significativo en la situación económica de las familias de escasos recursos. Varios fármacos que se prescriben no son cubiertos por el Seguro Único de Salud (SUS) y los tratamientos no son cortos.

Desde la ONG Ayninakuna y su programa de salud mental comunitaria “Wawaspa Sucre”, advierten sobre casos críticos en el área periurbanas. Su directora ejecutiva Sonia León, cuenta el caso de un adolescente que sufre esquizofrenia y requiere una medicación de 428 bolivianos por mes para controlar las crisis de alucinaciones. Los padres son migrantes del campo y la mamá vendedora papitas fritas. “Una vez pueden comprar, pero no cada mes”, dice León.

Por su parte la mamá Sonia Bejarano dice, “mi hijo toma medicación, antipsicóticos para calmar su ansiedad, para dormir, toma medicamentos para la concentración (…), son 1.800 bolivianos en medicamentos solo para mi hijo y eso con seguro”, detalla.

Los fármacos para la concentración cuestan en promedio 25 bolivianos, los sedativo Bs 13, otros como el Omeprazol tienen un costo menor.

“Hay medicamentos que el Sistema Único de Salud (SUS) nos da para calmarse, para dormir antipsicóticos mayormente sí nos da, pero a veces no abastecen, nos dan 15 para el mes”, complementa Bejarano al señalar que para solicitar más, deben peregrinar por una ficha para consulta.

Otro problema es que estos medicamentos no son de venta libre y se deben comprar necesariamente con receta médica.

Los papas no tenemos un trastorno, pero nos dañamos por nuestros hijos, si la wawa no duerme tampoco dormimos, si no come no comemos. Cuando uno de los padres trabaja el otro tiene que cuidar al niño, es mucha presión para los padres”

CINTHIA BEJARANO Asociación Ángeles con Esperanza

POBLACIÓN EN RIESGO

El diagnóstico reciente realizado en unidades educativas de zonas periurbanas de Sucre por la ONG Ayninakuna, identificó “bastantes niveles de niños con problemas de violencia, depresión y en riesgo psicosocial”, según su directora Sonia León.

Los niños sufren depresión, ansiedad u otros, debido a que viven violencia en sus casas, con consecuencias que se hacen visibles en el aula: “están distraídos en la clase, son niños que sufrieron abuso verbal, físico y hasta sexual”, afirma León.

Agrega que si se diagnostican y se tratan estos problemas de salud mental a temprana edad, podrían evitarse el sufrimiento por trastornos o enfermedades de la mente, en la adultez.

ÁNGELES CON ESPERANZA

LA SALUD MENTAL DE LOS PADRES TAMBIÉN ES AFECTADA

El cuidado de un niño o adolescente con trastornos mentales afecta de manera directa a los padres que sufren de ansiedad y otros problemas en su salud.

“Ángeles con Esperanza” brinda apoyo familiar a los cuidadores para mejorar la calidad de vida de sus familiares afectados con un trastorno. 

“No hemos estudiado para ser papás, menos para ser papás de niños con autismo, entonces sí se nos hace difícil comprenderlo, eso nos altera llegamos a tener ansiedades, los papás no tenemos un trastorno, pero nos dañamos por nuestros hijos, porque tenemos que cuidarlos”, señala Cinthia Bejarano, miembro de la Asociación.