Una Ley de Salud Mental que ampare a quienes sufren
Las personas con trastornos en su salud mental no tienen acceso a atención especializada en el territorio nacional
En Bolivia, la falta de una Ley de Salud Mental ha dejado a las personas que sufren trastornos mentales en una situación de desamparo. La ausencia de atención especializada, la inaccesibilidad a medicamentos y la escasez de profesionales capacitados han agravado esta crisis silenciosa. Sin embargo, en Chuquisaca, un grupo de actores clave está trabajando arduamente para cambiar esta situación desde el Consejo Departamental de Salud Mental (Codesame) que recomienda la elaboración de una ley departamental y planes operativos para Chuquisaca que incluyan la gobernanza, la prevención y la promoción de la salud mental comunitaria, y la sustentabilidad financiera.
Ante el vacío legal existente en Bolivia por la ausencia de una Ley de Salud Mental, Chuquisaca avanzó con el diagnóstico de los problemas y con el diseño del borrador de un texto que aspira a convertirse en norma. MI DOCTOR entrevistó a los actores involucrados en la construcción para contar con un diagnóstico situacional, como también para conocer los desafíos y deficiencias que se enfrentan en Bolivia.
EL VACIO LEGAL DEJA HUELLAS
1. Falta de accesibilidad: Las personas que sufren un trastorno en su salud mental no pueden acceder a una atención médica especializada en el sistema público de salud, lo que agrava su sufrimiento. “Si una persona empieza a tener una crisis de ansiedad o de depresión, va acudir es a un centro de salud de primer nivel, pero allí no conocen que hacer con esta persona y lo derivan a un tercer nivel”, grafica Sonia León, directora ejecutiva de la ONG Aynikakuna.
Los centros especializados en salud mental, como el Instituto de Psiquiatría “Gregorio Pacheco” y el Instituto Psicopedagógico “San Juan de Dios” en Sucre, están sobrecargados, lo que resulta en largas esperas para obtener tratamiento.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los médicos de primer nivel tengan la capacidad de identificar y abordar problemas de salud mental emergentes o críticos, pero esta capacidad es limitada en Bolivia.
2. La medicación es costosa: La medicación necesaria para tratar trastornos mentales también se ha convertido en un desafío económico para las familias de escasos recursos. Muchos fármacos recetados por especialistas no están cubiertos por el Seguro Único de Salud (SUS), y los tratamientos a menudo son costosos y prolongados; es el caso de esquizofrenia, personalidad bipolar o psicosis.
LA LUCHA POR LA PREVENCIÓN
Desde el Comité Departamental de Salud Mental (CODESAME) resaltan la importancia de actuar de manera temprana e identificar los problemas mentales a temprana edad, por lo que insisten que se debe trabajar en la promoción de la salud mental en todo el departamento.
Después de la pandemia de COVID-19, muchas personas en Bolivia quedaron con lesiones en su salud mental, y muchas de ellas desconocen su diagnóstico o no pueden acceder a un tratamiento especializado debido a los costos involucrados. Sonia León destaca que hay indicadores claros para determinar problemas de ansiedad o depresión, como “trastornos del sueño, falta de apetito o pensamientos que interfieren en la vida cotidiana”
FALTA DE PROFESIONALES
La falta de profesionales en el campo de la salud mental se atribuye directamente a la escasez de recursos económicos asignados a este sector. “A nivel nacional, del presupuesto que se asigna a salud, el 0.2% es para la salud mental”, lo que dificulta la implementación de acciones necesarias para la atención, el tratamiento y la prevención, precisa León.
EJES ESTRATÉGICOS PARA LA LEY DEPARTAMENTAL
Codesame recomienda elaborar una ley departamental y planes operativos para Chuquisaca, que tome en cuenta los siguientes ejes estratégicos:
Gobernanza y gobernabilidad
Información y vigilancia en salud mental
Prevención y promoción en salud mental comunitaria (primer nivel)
Fortalecimiento institucional en salud mental (primer y segundo nivel)
Sustentabilidad financiera (promoción y prevención)
Servicios integrales en el marco de la Política de Salud Familiar Comunitario Intercultural (Safci)
EL PLAN DE CHUQUISACA
Chuquisaca ha dado un paso importante al formar el Comité Departamental de Salud Mental (Codesame), compuesto por varias instituciones y organizaciones. Este comité, que incluye a la Universidad San Francisco Xavier, el Colegio de Psicólogos y ONGs que han trabajado arduamente en el desarrollo de un plan departamental de salud mental
Giovana Mendoza, jefa de la Unidad de Promoción de Salud del Servicio Departamental de Salud (Sedes), destaca que Chuquisaca sea el primer departamento en contar con este comité y con un plan de necesidad de la región. “La iniciativa de tener un plan departamental ha surgido de aquí, de nosotros, como Chuquisaca. A partir del Plan Departamental vamos a tener nuestro propio reglamento y vamos a ir trabajando en todo lo que es la salud mental”.
PARA SABER
PROGRAMA PILOTO
En Chuquisaca, el Sedes implementó un programa piloto en Camargo, donde se capacitó a los médicos de primer nivel con una guía de atención a pacientes que sufren problemas mentales.
4 de 10
De acuerdo a la OMS, cuatro de cada 10 personas sufren problemas de salud mental, algunos los manifiestan y otros lo camuflan pero estos se van manifestando a lo largo de su vida.
DURANTE LA ADOLESCENCIA
Los problemas de salud mental afloran durante la pubertad y adolescencia, la etapa de la vida más vulnerable en la que el ser humano, reafirma su identidad, su autonomía emocional y su necesidad de encontrar su lugar en un mundo cada vez más confuso.
HACIA UNA LEY NACIONAL DE SALUD MENTAL
Franz Barrios Gonzáles, Asesor de Gestión Parlamentaria elaboró una propuesta de Ley de Salud Mental para Bolivia. En una entrevista con MI DOCTOR, mencionó los problemas que surgen de la falta de una Ley de Salud Mental en Bolivia porque esta materia no está resguardada por la legislación ni contemplada en políticas de ejecución sectorial, lo que crea una falta de seguridad jurídica para todos, pacientes, familiares y médicos; pero también a todos los bolivianos en general que tienen derecho a una salud mental.
Tampoco está inmersa en el Sistema Único de Salud que dispone el Art. 18.III CPE y la Ley 1152 de 2019, respectivamente.
Esta falta de regulación no solo deja a quienes padecen trastornos mentales en una situación precaria, sino que también impide el pleno goce de los derechos humanos de aquellos con padecimientos mentales en el territorio nacional.
Barrios Gonzáles subrayó que la elaboración de esta ley fue un esfuerzo conjunto de familiares de pacientes, juristas y médicos que trabajaron en base al derecho comparado de la Ley Nacional de Salud Mental argentina de 2010, adaptando el marco legal a la realidad boliviana
EJES ESTRATÉGICOS NACIONALES
1
Resguardar el derecho de todas las personas a la salud mental, con énfasis en personas con padecimientos mentales.
2
Elaboración de un “Plan Nacional de Salud Mental” en el marco del “Plan de acción sobre salud mental” de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud.
3
La institución de un “Órgano de Revisión” presidido por la o el Director del Instituto Nacional de Psiquiatría “Gregorio Pacheco”, con sede en Sucre.
4
Legislar la figura de la internación involuntaria de personas como recurso terapéutico excepcional en caso de que no fueren posibles otros abordajes.
El proyecto de ley se presentó inicialmente en junio de 2022 como iniciativa legislativa ciudadana. Posteriormente, en marzo de 2023, se expuso ante los miembros del Comité de Salud, Deportes y Recreación de la Cámara de Diputados. Sin embargo, el proceso ha enfrentado obstáculos burocráticos, y el Comité de Diputados aún no ha avanzado significativamente en su tratamiento.
Barrios también señaló que el presupuesto destinado a la salud mental es insuficiente. Según una respuesta del Ministerio de Salud y Deportes, el presupuesto para esta área se encuentra incluido en el POA de la Unidad de Promoción de la Salud y Gestión Social, pero las asignaciones son limitadas y, en su mayoría, destinadas a cuestiones administrativas.
La propuesta de Ley de Salud Mental de Bolivia representa un paso importante porque busca garantizar que todos los bolivianos tengan acceso a la atención y el apoyo necesarios para enfrentar los trastornos mentales con dignidad y esperanza.