Demencia senil afecta a todas las edades
Se caracteriza por el deterioro de la función cognitiva o la capacidad para procesar el pensamiento, más allá de lo que podría considerarse una consecuencia del envejecimiento
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la demencia como “un síndrome -generalmente de naturaleza crónica o progresiva- caracterizado por el deterioro de la función cognitiva o la capacidad para procesar el pensamiento más allá de lo que podría considerarse una consecuencia del envejecimiento normal. Afecta a la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio.
La demencia senil puede afectar a personas de cualquier edad, aunque con mayor incidencia en los adultos mayores. La enfermedad de Alzheimer representa entre el 60 y el 80% de los casos de demencia.
Según las estadísticas, se estima que para el año 2050, los casos de demencia podrían casi triplicarse si se mantiene la prevalencia actual. Se calcula que entre 130 y 150 millones de personas se verán afectadas por esta enfermedad en ese periodo.
Un reciente estudio publicado en la revista The Lancet Public Health prevé un aumento sustancial en el número de casos de demencia en las próximas tres décadas. Se estima que para el año 2050, alrededor de 153 millones de personas serán afectadas por esta enfermedad, en comparación con los 57 millones registrados en 2019. Este aumento se atribuye principalmente al crecimiento y envejecimiento de la población.
Se espera que países como Qatar y los Emiratos Árabes Unidos experimenten un aumento especialmente significativo en los casos de demencia, mientras que Japón tendrá tasas de crecimiento más bajas. Alemania, por su parte, podría ver un aumento del 65 % en los casos, aunque por debajo del promedio de Europa Occidental.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) atribuye el aumento en gran medida al incremento en la esperanza de vida, ya que el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles, como la demencia, aumenta con la edad.
La demencia es un término genérico que describe una serie de enfermedades progresivas que afectan al funcionamiento del cerebro, siendo la demencia de Alzheimer una de las más comunes y conocidas. Actualmente, la demencia es la séptima causa de muerte en el mundo y una de las principales causas de discapacidad y necesidad de cuidados entre las personas mayores, con un costo global estimado en más de un billón de dólares estadounidenses en 2019.
Según un estudio realizado por un equipo internacional de científicos para el estudio “Global Burden of Disease”, el mayor aumento de la prevalencia se producirá en el África subsahariana oriental, con un aumento del número de casos de más del 350 %. Además, se espera un aumento significativo en el norte de África y Oriente Medio, con tasas de aumento especialmente altas en países como Qatar y los Emiratos Árabes Unidos.
En cuanto a Asia-Pacífico, se espera un aumento del 53 % en los casos, siendo Japón el país con el menor incremento previsto, del 27 %.
FACTORES DE RIESGO
Para abordar esta creciente epidemia, es crucial minimizar los factores de riesgo asociados con la demencia. Estos incluyen:
1. El tabaquismo.
2. La obesidad.
3. La hiperglucemia
4. Bajo nivel educativo.
Se estima que la mejora del acceso a la educación podría reducir hasta seis millones de casos de demencia, aunque este beneficio podría verse contrarrestado por un aumento en otros factores de riesgo.
Se hace hincapié en la importancia de implementar medidas de prevención efectivas, como programas de promoción de la salud adaptados localmente que fomenten hábitos más saludables, el abandono del tabaco y un mejor acceso a la educación. Un informe de la Comisión Lancet publicado el año pasado sugiere que hasta el 40 % de los casos de demencia podrían evitarse o retrasarse mediante la eliminación de ciertos factores de riesgo conocidos.
Además de los factores mencionados, se identificaron otros riesgos potenciales, como la hipertensión arterial, la pérdida de audición, la depresión, la inactividad física, la diabetes, el aislamiento social, el consumo excesivo de alcohol, los traumatismos craneales y la contaminación atmosférica. Estos hallazgos resaltan la necesidad urgente de abordar los múltiples aspectos que contribuyen al aumento de la demencia en todo el mundo.
CIFRA
50
millones de personas padecen demencia senil
10
millones de nuevos casos se registran cada año
SÍNTOMAS DE LA DEMENCIA SENIL
• Pérdida de habilidades sociales, cambios de personalidad, comportamientos inapropiados en público; a veces, agresividad.
• Problemas para comunicarse. Se olvidan palabras y reducen su vocabulario.
• Dificultad para recordar nombres familiares.
• Sufre olvidos frecuentes.
• Pierde el sentido de la orientación. Las personas suelen extraviarse al volver a casa o no encuentran objetos.
• Tienden a deambular.
• Tienen dificultad para memorizar o realizar actividades que requieran pensar.
• Pierden su capacidad de juicio y no son capaces de determinar la peligrosidad de sus acciones.
• Producen cambios en el patrón del sueño y puede aumentar el riesgo de sufrir alucinaciones, delirios, depresión.
• En casos graves, los pacientes no son capaces de comer, bañarse o vestirse por si solos.