Conectar con la vida real
En nuestra era digital de video juegos, de series, de redes y de celulares, el ser humano está constantemente bombardeado por estímulos visuales y auditivos a través de las pantallas.
En nuestra era digital de video juegos, de series, de redes y de celulares, el ser humano está constantemente bombardeado por estímulos visuales y auditivos a través de las pantallas. Este fenómeno, según la psiquiatra española Marian Rojas Estapé, tiene profundas implicaciones en nuestro comportamiento y salud emocional, influenciado en gran medida por las neuronas espejo.
Las neuronas espejo son un tipo de célula cerebral que se activa cuando observamos a otros realizar una acción, llevándonos a imitar comportamientos de manera inconsciente. Esta tendencia a replicar lo que vemos es una característica inherente de los seres humanos, crucial para el aprendizaje y la empatía. Sin embargo, en un entorno saturado de información digital, las neuronas espejo pueden hacer que adoptemos conductas que nos alejan de experiencias reales y necesarias para nuestro bienestar.
Rojas Estapé subraya que la influencia de lo que vemos en nuestras pantallas puede ser “brutal” en nuestro inconsciente y conducta. Las redes sociales, videojuegos y noticias están diseñados para captar nuestra atención, pero muchas veces lo hacen a costa de nuestra salud emocional y física.
La exposición constante a estos estímulos puede afectar cómo nos tratamos a nosotros mismos y a los demás, influyendo incluso en nuestra salud. “Todo eso que nos llega influye en nuestras emociones, en nuestra salud física, en nuestra salud emocional, en cómo nos tratamos, en cómo nos comportamos con los demás, en cómo nos enfermamos”, afirma Rojas Estapé en el programa Aprendamos Juntos de BBVA.
Uno de los problemas más graves de esta situación es el distanciamiento de actividades fundamentales para el desarrollo humano, como la contemplación, la lectura y la interacción con las personas al punto que, según dice, olvidamos como comunicarnos con los demás. Rojas Estapé, asegura que hemos dejado de conectar con estos temas esenciales, afectando nuestras relaciones personales y nuestro sentido de comunidad.
Este alejamiento de la vida real tiene repercusiones y la psiquiatra advierte que al final lo más importante en la vida es sentirse queridos y ser capaces de querer a los demás.
El desafío, entonces, es volver a la vida real. Reconectar con las personas a nuestro alrededor y conocer lo que realmente necesita nuestro cerebro, mente y espíritu es fundamental. Esto no solo nos permite envejecer mejor, sino también sacar la mejor versión de nuestras vidas.
Para lograr esta reconexión, se debe comenzar tomando consciencia de cómo utilizamos las tecnologías digitales. No se trata de demonizar las pantallas, sino de encontrar un equilibrio. Establecer límites en el uso de dispositivos, dedicar tiempo a actividades offline y fomentar interacciones humanas reales como pasos pasos importantes para recuperar la salud emocional y mental.
“Tenemos que volver a la vida real, a conectar con las personas y conociendo como somos, conociendo lo que le conviene a nuestro cerebro, a nuestra mente, a nuestro espíritu, podemos envejecer mejor y sacar la mejor versión de nuestra vida.