Vivir en modo alerta y sus consecuencias
El ser humano no está diseñado para vivir en constante modo alerta. Esta es una advertencia por las graves consecuencias para la salud mental y física. Aprende a desconectarte, a gestionar el tiempo de manera sana y a trabajar en tu personalidad para poder enfrentar los desafíos de la vida moderna
El ser humano no está diseñado para vivir en constante modo alerta. Esta es una advertencia por las graves consecuencias para la salud mental y física. Aprende a desconectarte, a gestionar el tiempo de manera sana y a trabajar en tu personalidad para poder enfrentar los desafíos de la vida moderna sin sacrificar tu bienestar
La vida moderna ha traído consigo un ritmo frenético que nos mantiene en un estado constante de alerta. Según la psiquiatra Marian Rojas Estapé, el ser humano no está diseñado para vivir en este modo alerta de manera permanente que, entre otros problemas para la salud mental, también tiene repercusiones en la salud física. Esta situación, según Rojas Estapé, tiene consecuencias negativas para nuestro sistema nervioso y nuestra salud en general.
MODO ALERTA Y SISTEMA NERVIOSO
Rojas Estapé explica que nuestro organismo opera a través de dos sistemas nerviosos: el simpático y el parasimpático. El sistema simpático es el encargado de activar nuestro cuerpo en situaciones de amenaza o estrés, desencadenando la producción de cortisol, la hormona del estrés. Este sistema es útil para responder a peligros inmediatos, pero cuando se mantiene activo de manera prolongada, puede causar daños importantes en nuestra salud.
Por otro lado, el sistema parasimpático es responsable de las funciones de descanso y recuperación. Este sistema se activa cuando nos dedicamos a actividades como la meditación, la introspección o simplemente tomamos un descanso.
“Si vivimos constantemente en modo simpático, nos enfermamos. No estamos diseñados para estar así”, advierte la psiquiatra. Esta afirmación subraya la importancia de encontrar un equilibrio entre estos dos modos de funcionamiento para mantener nuestra salud mental y física.
LA CRONOPATÍA
Traducido, “cronopatía” es la enfermedad del tiempo, un término que describe la manera en que gestionamos el tiempo en la vida moderna. La cronopatía se refiere a la necesidad constante de estar ocupados, una incapacidad para frenar y descansar, incluso durante los fines de semana o vacaciones. Este comportamiento, según Rojas Estapé, es un reflejo de cómo el ritmo acelerado de la vida contemporánea puede afectar nuestra capacidad de desconectar y recuperar energías.
El mundo digital, con su flujo constante de notificaciones y alertas, contribuye significativamente a esta cronopatía. “Lo que nos llega constantemente son alertas... mi sistema de alerta se pone en marcha y entonces yo no me relajo”, comenta la psiquiatra. Esta interrupción constante puede mantenernos en un estado de estrés permanente, impidiéndonos relajarnos y afectando negativamente nuestra salud.
GESTIÓN DEL ESTRÉS
Rojas Estapé destaca que la manera en que respondemos al estrés también está influenciada por nuestra personalidad. Algunas personas son más sensibles y se ven más afectadas por el estrés, mientras que otras pueden manejarlo con mayor facilidad. Sin embargo, la psiquiatra subraya que la personalidad no es estática y puede ser moldeada. Es importante trabajar en aspectos de nuestra personalidad que puedan ayudarnos a llevar una vida más equilibrada y disfrutar de los momentos de felicidad.
En este sentido, Rojas Estapé sugiere que, en lugar de obsesionarnos con la búsqueda de la felicidad, deberíamos aprender a gestionar el dolor, el sufrimiento y el estrés. Al hacerlo, podremos disfrutar más plenamente de las cosas buenas de la vida.