Cómo criar hijos para su desarrollo emocional y social

A los padres les ha tocado vivir una era donde la educación tradicional está siendo cuestionada y los niños se enfrentan a desafíos en su entorno mucho más grandes que los académicos; por eso los padres están comenzando a priorizar el desarrollo emocional y social de sus hijos. 

El enfoque de la educación actual que les toca a los padres encarar en casa, se centra en la gestión de las emociones, la adquisición de habilidades sociales y la prevención del acoso escolar, temas que son esenciales para el bienestar general de los niños y su éxito futuro.

El desarrollo emocional y social de los hijos es un aspecto de la crianza moderna. Los padres que priorizan estas áreas ayudan a sus hijos a tener éxito en la escuela, pero sobre todo a convertirse en adultos emocionalmente saludables y socialmente competentes. Al trabajar juntos, padres, escuelas y comunidades, se puede crear un entorno en el que los niños se sientan seguros, apoyados y preparados para enfrentar los desafíos de la vida con confianza y resiliencia.

IMPORTANCIA DEL DESARROLLO EMOCIONAL

El desarrollo emocional es fundamental en la formación de una persona capaz de gestionar sus emociones, establecer relaciones saludables y enfrentar los desafíos de la vida con resiliencia. Según la Dra. Pamela Cantor, fundadora de Turnaround for Children, “las emociones no solo importan en la vida diaria, sino que también son claves para el éxito académico. Los niños que saben regular sus emociones tienden a aprender mejor y tener relaciones más saludables con sus compañeros y adultos”.

El manejo emocional comienza en la infancia, donde los padres juegan un papel crucial. A través de la interacción diaria, los niños aprenden a reconocer y nombrar sus emociones, así como a lidiar con ellas de manera efectiva. Sin embargo, no siempre es fácil para los padres abordar estos temas. “Muchos padres no fueron educados en inteligencia emocional, lo que puede dificultar la enseñanza de estas habilidades a sus hijos”, menciona la psicóloga infantil Ana María Rodríguez.

Una estrategia efectiva es enseñar a los niños a identificar sus emociones desde una edad temprana. Los padres pueden utilizar libros, juegos o simples conversaciones para que los niños comprendan que todas las emociones son válidas y que aprender a manejarlas es una parte esencial de la vida. Además, es importante que los adultos modelen una buena gestión emocional, ya que los niños tienden a imitar el comportamiento de sus padres.

HABILIDADES SOCIALES, LA CLAVE

Junto con el desarrollo emocional, las habilidades sociales son un pilar fundamental para que los niños puedan interactuar de manera saludable con los demás. Estas habilidades incluyen la comunicación efectiva, la empatía, la resolución de conflictos y la cooperación. Mientras más interconectado está el mundo irónicamente la capacidad de los niños para formar relaciones sociales saludables se debilita por lo tanto es importante intervenir y ser intencionales para generar estas habilidades vitales para su bienestar y éxito en la vida.

“Las habilidades sociales son esenciales para que los niños se sientan seguros en diferentes entornos, ya sea en la escuela, en actividades extracurriculares o en la vida diaria”, explica el Dr. Mark T. Greenberg, experto en desarrollo humano. Además, estas habilidades contribuyen a la creación de un ambiente escolar positivo y al desarrollo de una autoestima saludable.

Los padres pueden fomentar habilidades sociales en el juego y la interacción con otros niños. A través del juego, los niños aprenden a compartir, negociar y resolver problemas de manera pacífica. Además, es importante que los padres guíen a sus hijos a comprender, entender y considerar los sentimientos de los demás. Esto no solo mejora las relaciones interpersonales, sino que también contribuye a la prevención del acoso escolar.

STOP AL ACOSO ESCOLAR O “BULLYNG”

La UNESCO revela que uno de cada tres estudiantes en el mundo ha sido víctima de acoso escolar. Este problema no solo afecta el rendimiento académico, sino también la salud mental y emocional de los niños. Por esta razón, es fundamental que tanto los padres como las escuelas trabajen juntos para prevenir el acoso y creen un entorno seguro y de mutuo respeto para todos los estudiantes.

Una de las maneras más efectivas de prevenir el acoso escolar es enseñar a los niños habilidades sociales y emocionales desde una edad temprana. Cuando los niños son capaces de comprender sus propias emociones y las de los demás, es menos probable que recurran al acoso como una forma de lidiar con sus problemas. Además, las habilidades de resolución de conflictos y la empatía pueden ayudar a los niños a intervenir de manera positiva cuando presencian situaciones de acoso.

La psicóloga Ana María Rodríguez enfatiza que “la prevención del acoso escolar no solo depende de las escuelas, sino también de los padres. Es esencial que los padres estén atentos a las señales de acoso y que hablen con sus hijos sobre lo que es el acoso y cómo pueden enfrentarlo”. Crear una comunicación abierta y honesta con los hijos es fundamental para que los niños se sientan seguros al hablar sobre cualquier problema que enfrenten en la escuela.

QUÉ LE TOCA A LAS ESCUELAS/KINDERS

Si bien los padres tienen un papel fundamental en el desarrollo emocional y social de sus hijos, las escuelas desde el nivel del kínder, también juegan un rol importante. En todos los kinders y unidades educativas, se deben implementar programas de aprendizaje socioemocional (SEL), que han demostrado ser efectivos para mejorar el bienestar de los estudiantes y reducir los problemas de comportamiento. Estas iniciativas enseñan a los niños habilidades como la autoconciencia, la autorregulación, la toma de decisiones responsables y las habilidades de relación interpersonal.

El Dr. Mark T. Greenberg destaca que “las escuelas que implementan programas de aprendizaje socioemocional no solo ven mejoras en el comportamiento de los estudiantes, sino también en su rendimiento académico. Cuando los estudiantes se sienten emocionalmente seguros y apoyados, son más capaces de concentrarse y aprender”.

Además de las escuelas, la comunidad también puede ofrecer apoyo a los padres y niños a través de programas extracurriculares, talleres y grupos de apoyo.Las bibliotecas, centros comunitarios y organizaciones sin fines de lucro a menudo ofrecen recursos valiosos para el desarrollo emocional y social de los niños.

 

 

CÓMO APOYAR SU DESARROLLO EN CASA

El hogar es el primer lugar donde los niños aprenden habilidades de desarrollo social y emocional. Es donde aprenden a relacionarse con los demás y a manejar sus emociones. Por lo tanto, es esencial que los padres creen un ambiente en el que se fomente el desarrollo emocional y social de sus hijos. A continuación, se presentan algunas estrategias que los padres pueden implementar:

Fomentar la comunicación ABIERTA

Anime a sus hijos a expresar sus pensamientos y emociones sin temor a ser juzgados. Escuchar activamente y validar sus sentimientos les ayudará a desarrollar una mayor inteligencia emocional.

Modelar el comportamiento que desean ver

Los niños aprenden observando a los adultos que los rodean. Si los padres manejan sus propias emociones de manera saludable y tratan a los demás con respeto y entendiendo como se sienten los demás, los niños probablemente harán lo mismo.

Enseñarles a resolver conflictos

Ayude a sus hijos a resolver conflictos de manera pacífica. Enséñeles a hablar sobre sus problemas en lugar de recurrir a la agresión o el silencio.

Fomentar la empatía

Anímelos a ponerse en el lugar de los demás y a considerar cómo se sienten. Esto no solo mejora sus relaciones, sino que también les ayuda a comprender y respetar las diferencias entre las personas.

Crear un ambiente de apoyo

Asegúrese de que sus hijos sepan que siempre pueden acudir a usted cuando enfrenten problemas emocionales o sociales. Esto fortalecerá su confianza y les permitirá manejar mejor los desafíos.

Es la mordida normal, cuando el maxilar superior sobrepasa al inferior, pero en contacto

Ocurre cuando el maxilar superior avanza más allá y el inferior se retruye (retrocede). Puede deberse a problemas respiratorios.

Es lo contrario al anterior. Se retruye el maxilar superior y avanza el inferior, es así que se ven grandes quijadas.