Intolerancia a la lactosa ¿Qué es?

Es una afección que se caracteriza por la incapacidad del cuerpo para digerir la lactosa, el principal azúcar presente en la leche y otros productos lácteos. Esta condición es más común en ciertos grupos étnicos, como los nativos americanos, lo que ha llevado a diversas investigaciones sobre su prevalencia y causas.

INCIDENCIA EN LA POBLACIÓN NATIVA AMERICANA

Varios estudios, entre ellos el publicado en La Revista Española de Enfermedades Digestivas, han demostrado que la intolerancia a la lactosa es especialmente prevalente entre los americanos. Alrededor del 80% de la población mundial son intolerantes a la lactosa. Entre los nativos americanos ese índice se eleva del 95 al 100% quienes, en mayor o menor grado, sufren intolerancia a la lactosa, una cifra considerablemente más alta en comparación con la población general de ascendencia europea, donde la incidencia es mucho menor. La razón de esta alta prevalencia se cree que porque las poblaciones indígenas de América históricamente no incluían productos lácteos en sus dietas razón por la cual sus organismos no pueden digerir la lactosa a través de la producción de la enzima lactasa.

FUNCIÓN DE LA LACTASA

La lactasa es una enzima producida en el intestino delgado y es fundamental para la digestión de la lactosa. En individuos con niveles normales de lactasa, esta enzima descompone la lactosa en glucosa y galactosa, dos azúcares simples que el cuerpo puede absorber. Sin embargo, en personas con intolerancia a la lactosa, la producción de lactasa es insuficiente, lo que impide que el cuerpo descomponga la lactosa. Como resultado, la lactosa no digerida pasa al colon, donde es fermentada por las bacterias, lo que provoca los síntomas característicos de la intolerancia.

Para las personas con intolerancia, el consumo continuo de productos lácteos puede llevar a malestar gastrointestinal crónico y a evitar estos alimentos por completo, lo que puede resultar en una deficiencia de calcio y vitamina D, esenciales para la salud ósea.

SUSTITUTOS DE LA LACTASA

El manejo de la intolerancia a la lactosa ha mejorado significativamente con los avances científicos. Hoy en día, existen varias alternativas para las personas que no producen suficiente lactasa. Por ejemplo, se pueden encontrar en el mercado suplementos de lactasa, que ayudan a descomponer la lactosa en el cuerpo, permitiendo a las personas consumir productos lácteos sin experimentar síntomas. Además, la industria alimentaria ha desarrollado una amplia gama de productos lácteos sin lactosa, que eliminan el azúcar problemático sin sacrificar el contenido nutricional.

Asimismo, la ingeniería genética está explorando formas de modificar la producción de lactasa en el cuerpo, lo que podría ofrecer soluciones a largo plazo. Un área de investigación en desarrollo es el uso de probióticos que pueden mejorar la digestión de la lactosa, ayudando a las bacterias del intestino a procesar este azúcar de manera más eficiente.

SÍNTOMA DE INTOLERANCIA

En este caso médico, los síntomas de la intolerancia a la lactosa pueden aparecer entre 30 minutos y dos horas después de consumir productos lácteos. Tal vez tú la padeces. Conoce los síntomas:

• Distensión o hinchazón abdominal.
• Dolor y calambres estomacales.
• Gases y flatulencias.
• Diarrea.
• Náuseas.

PARA SABER

La intolerancia a la lactosa es una afección que afecta a una parte considerable de la población mundial, especialmente a población nativa americana. La suplementación de lactasa y la elección de productos sin lactosa puede evitar los incómodos síntomas a las personas que lo padecer, quienes deben mantener una dieta equilibrada.