Herpes en la boca persistente y desde el primer contagio

El herpes oral es una infección viral cuyo síntoma son las ampollas. Esta infección puede abarcar los labios, la boca, la garganta o las encías. Las pequeñas y dolorosas ampollas se suelen llamar “fuegos” o aftas. 

Cuando las ampollas que están en los labios se rompen, forman una costra que puede durar varios días. El tiempo de curación de estas ampollas es largo. Puede durar hasta tres semanas y puede volver en cualquier momento. Los herpes vienen acompañados de dolor y ardor. Hay personas que sufren brotes recurrentes. 

EL VIRUS DEL HERPES

El herpes labial es causado por el virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1), aunque en algunos casos también puede deberse al tipo 2 (VHS-2), que es más común en el herpes genital. Una vez que el virus ingresa al organismo, permanece en estado latente en los nervios y puede reactivarse en diferentes momentos de la vida.

LOS SÍNTOMAS

El herpes oral sigue un patrón de evolución con síntomas característicos que comienzan con un hormigueo y ardor que se traduce en una sensación de picor o quemazón en la zona afectada. Inmediatamente después eclosionan. En los labios y alrededores aparecen las ampollas que tienen la forma de pequeñas vesículas llenas de líquido. Cuando estas se rompen, se forman costras que dejan heridas que cicatrizan en aproximadamente una semana.

LAS CAUSAS

El virus del herpes simple es altamente contagioso y se transmite por contacto directo con una lesión activa o a través de objetos contaminados, como utensilios o toallas. Estadísticas en Estados Unidos indican que la mayor parte de las personas se contagian herpes labial a los 20 años de edad, sin embargo, después del primer contagio, el virus “se adormece” permaneciendo en los tejidos nerviosos de la cara, hasta que despierta y se reactiva produciendo calenturas o fuegos. 

En la mayoría de los casos el virus del herpes tipo 2 (HSV-2) causa herpes genital. Algunas veces este herpes se transmite a la boca durante el sexo oral. 

Otras formas de contagio, es teniendo contacto íntimo o personal cercano a una persona infectada. Cuando la lesión de herpes tiene contacto con artículos que se comparten. Incluso los padres pueden transmitir a los niños. Es altamente contagioso. 

DESENCADENANTES

Los brotes pueden ser ocasionales o recurrentes. Los desencadenantes suelen ser los siguientes:

• Sistema inmunológico débil a causa de enfermedades, estrés, fatiga o deficiencias nutricionales que pueden reactivar el virus.

• Cambios ambientales como la exposición al sol, al frío, al polvo o a entornos secos. Los cambios de temperatura pueden desencadenar brotes.

• Estrés y ansiedad. Los factores emocionales influyen en el sistema inmunológico y pueden favorecer la reactivación del virus.

• Cambios hormonales en las mujeres por la menstruación o el embarazo pueden provocar episodios de herpes labial.

• Tratamientos médicos u otras enfermedades como el VIH, cáncer o la quimioterapia, pueden tener brotes frecuentes.

TRATAMIENTOS

El herpes oral no tiene cura definitiva. Los tratamientos alivian los síntomas y reducen la frecuencia de los brotes. 

• Antivirales tópicos y orales como el aciclovir, aceleran la curación y reducir la intensidad del brote.

• Analgésicos y cremas hidratantes ayudan a aliviar el dolor y la sequedad en la zona afectada.

• Protección solar evita la reactivación del virus causada por la exposición prolongada al sol.

• Miel y aloe vera tienen propiedades antimicrobianas y ayudan a la cicatrización.

• L-lisina es un suplemento que puede prevenir brotes recurrentes.

• Aceites esenciales de melisa o árbol de té Tienen propiedades antivirales que pueden aliviar la inflamación.

• Compresas frías que reducen la inflamación y alivian el dolor.

El herpes labial es una afección común que puede ser controlada con un estilo de vida saludable y el uso adecuado de tratamientos médicos y naturales.

LOS SÍNTOMAS

• Pequeñas ampollas llenas de líquido

• Enrojecimiento e hinchazón de la piel con dolor alrededor de las ampollas

• Se forman costras después de que las ampollas se rompen

• Antes se puede sentir dolor de garganta, fiebre, ganglios linfáticos inflamados o dolor al tragar. 

• Aparecen ampollas en las encías, labios, boca y garganta.

 

* Redacción MI DOCTOR en base a artículos de Mayo Clinic y Medline Plus.