Bioquímica del alcoholismo, sus efectos en el organismo
El alcoholismo es una enfermedad crónica que afecta la salud, las relaciones interpersonales y la economía del individuo. Su origen está ligado a factores neuroquímicos, fisiológicos, psicológicos y sociales
La adicción al alcohol es una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un problema que involucra factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales.
Su consumo es una práctica extendida a nivel mundial. En Bolivia se evidenció en la celebración del carnaval donde mucha gente llegó al nivel de intoxicación alcohólica por la ingesta excesiva de bebidas alcohólicas que suele continuar más allá de la fiesta y llegar a sufrir el alcoholismo, un flagelo para las personas y las familias que sufren la enfermedad de sus seres queridos.
En una reciente entrevista con MI DOCTOR RADIO de Correo del Sur, la Lic. Rosa Céspedes Gorena(*), especialista en toxicología del Laboratorio Central de Sucre, explicó los efectos del alcohol en el organismo y la naturaleza de las adicciones.
LA DEPENDENCIA
Las adicciones se caracterizan por generar una dependencia psicológica y física. En el caso del alcohol, las personas pueden desarrollar una necesidad constante de consumo para afrontar situaciones adversas o de estrés.
"Las adicciones pueden volverse físicas debido a un componente neuronal que hace que el individuo desee consumir la sustancia", afirma Céspedes.
Según la especialista, el alcohol y el tabaco son las sustancias con mayor prevalencia de adicción, seguidas por drogas como la marihuana, la cocaína y el LSD. "Todas las adicciones pueden considerarse epidémicas porque producen una sensación de malestar en el organismo cuando falta la sustancia", explica. Además, se trata de enfermedades recurrentes, lo que significa que una persona que ha dejado de consumir durante años puede recaer en cualquier momento.
PREDISPOSICIÓN A LA ADICCIÓN
No todas las personas desarrollan adicción al alcohol de la misma manera. Existen factores genéticos que pueden influir en la dependencia. "Si en la familia hay antecedentes de alcoholismo, la persona tiene una mayor probabilidad de desarrollar una adicción", señala la especialista. Este factor biológico explica por qué algunas personas se vuelven adictas más rápidamente que otras.
Por otro lado, el consumo de alcohol es culturalmente aceptado y muchas veces se introduce desde la infancia. "Muchos niños entran en contacto con el alcohol porque sus padres les permiten probarlo", advierte Céspedes. Además, algunos medicamentos contienen alcohol como excipiente, lo que incrementa la exposición a esta sustancia.
DIAGNÓSTICO
El consumo excesivo de alcohol puede detectarse mediante pruebas bioquímicas en laboratorio, pero estas generalmente se realizan en casos de accidentes o eventos extremos, como suicidios. "Nadie se hace un test de alcoholemia por voluntad propia, solo cuando hay un requerimiento de medicina forense", explica Céspedes.
En Bolivia, la falta de estadísticas confiables sobre el consumo de alcohol dificulta la implementación de políticas de prevención. "Sabemos que, en el eje central del país, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, se consume más alcohol, pero en muchas familias existe vergüenza de admitir un problema de adicción", señala la especialista.
LA FAMILIA EN LA PREVENCIÓN
Para Céspedes, la familia es el primer filtro para prevenir la adicción al alcohol en jóvenes. "El alcohol es la madre de todos los vicios. Se empieza con el alcohol y se continúa con otras sustancias que destruyen a la familia", advierte. Es fundamental que los padres estén atentos a las señales de consumo habitual en sus hijos y establezcan límites claros para evitar que se desarrolle una dependencia.
Los efectos bioquímicos del consumo de alcohol
1. En metabolismo y sistema hormonal
• Causa retención de electrolitos - Afecta el metabolismo de la aldosterona.
• Altera la producción de la hormona antidiurética.
• influye en el comportamiento - Inhibe la liberación de oxitocina y vasopresina.
• Afecta el sueño y la temperatura corporal - Modifica la acción de la hormona liberadora de tirotropina (TRH).
2. En el sistema nervioso central y cognitivo
• Deprime el sistema nervioso central (SNC).
• Inhibe la actividad cerebral, afecta la memoria y la función cognitiva en los receptores NMDA del glutamato.
• Inhibe los impulsos nerviosos - Interfiere con el neurotransmisor GABA.
• Genera disfunción cerebral aguda y crónica.
• Provoca alteraciones en la memoria, funciones intelectuales (cálculo, comprensión y aprendizaje), juicio y afectividad.
• Puede causar atrofia cortical en alcohólicos graves y jóvenes que abusan del alcohol.
• Genera síntomas como pérdida de memoria reciente, confusión, desorientación y disminución de la concentración.
3. Síndrome alcohólico cerebral crónico
• Se caracteriza por una demencia debido a la pérdida acelerada de neuronas.
• Provoca fatiga, apatía, depresión, ansiedad y agitación.
• Puede generar cambios de personalidad como irritabilidad, aislamiento social y falta de consideración.
• Afecta el razonamiento abstracto, la concentración y la retención de información.
4. Efectos cardiovasculares
• Reduce la velocidad de contracción del músculo cardíaco.
• Disminuye la eficacia del corazón como bomba.
5. Efectos en el sistema respiratorio
• Aumenta el riesgo de neumonitis por aspiración, neumonía, abscesos, cáncer bronquial, laringitis y bronquitis crónica.
• Se asocia con tuberculosis y neumonía bacteriana.
6. Efectos en el sistema digestivo
• Provoca halitosis, faringitis aguda y crónica, esofagitis, várices esofágicas, gastritis hemorrágica y úlcera péptica.
• Puede causar pancreatitis aguda.
• Genera infiltración grasa del hígado, hepatitis alcohólica y cirrosis.
7. Efectos en la conducta y percepción
• Provoca desinhibición inicial seguida de depresión del SNC.
• Deteriora la coordinación muscular, la percepción y la ejecución motora.
• Afecta el juicio y retarda las reacciones ante estímulos.
• Genera alteraciones en la discriminación visual y auditiva.
• Puede inducir conductas antisociales, aislamiento, agresividad, melancolía o euforia exagerada.
8. Riesgo de intoxicación severa y muerte
• Concentraciones elevadas de alcohol en sangre pueden causar sedación profunda, coma y muerte por fallo respiratorio y circulatorio.
• Entre 0.40% y 0.60% de alcohol en sangre se considera letal.
9. Enfermedades hepáticas
• Hígado graso alcohólico, con aumento de tamaño hepático y alteraciones funcionales.
• El hígado graso agudo genera ictericia, dolor abdominal y anorexia.
* La Lic. Rosa Céspedes Gorena es Bioquímica Farmacéutica, especializada en Toxicología y Magister en Infectología (Laboratorio Central – Calle Arenales – Cel. 71157674).