Mujeres e infecciones urinarias ¿Cómo prevenirlas?

Las infecciones urinarias son patologías que afectan tanto a hombres como a mujeres. No obstante, es cierto que las infecciones urinarias en mujeres son mucho más frecuentes que en hombres

En el suelo pélvico de la mujer el ano está cerca de la vagina y la uretra que hace más susceptible la aparición de infecciones urinarias recurrentes por contaminación En el suelo pélvico de la mujer el ano está cerca de la vagina y la uretra que hace más susceptible la aparición de infecciones urinarias recurrentes por contaminación Foto: Internet

Dr. Víctor Hugo Vasquez Chungara
Mi Doctor / 05/05/2025 03:21

Alejandra recurrentemente acude al ginecólogo con molestias urinarias que frecuentemente dan positivo, generalmente por la presencia de la bacteria Escherichia coli. Cuando le hace un analisis de tracto vaginal también suele aparece la bacteria, por aparente contaminación que expande la presencia de la bacteria en su delicada zona genital.

Cuando recibe la medicación adecuada, luego de haber realizado un urocultivo, vuelven las molestias, incluso por la presencia de otras bacterias que son cada vez más resistentes. Parecería que cada vez que toma antibióticos, se debilita más y se expone a nuevas infecciones resultando en un ciclo de nunca acabar. Pero por qué sucede esto en ella como en tantas otras mujeres, especialmente si tienen una vida sexual activa. El doctor Víctor Hugo Vásquez, habla en MI DOCTOR sobre estos temas.  

INFECCIÓN URINARIA

Una infección urinaria (IU) es una patología que afecta a cualquier parte del sistema urinario. Puede ser la vejiga, los riñones, los uréteres y la uretra. Se produce cuando bacterias u otros microorganismos entran en el tracto urinario y se multiplican. La mayoría de las infecciones urinarias ocurren en la vejiga o la uretra, pero pueden afectar a cualquier parte del sistema urinario.

Las infecciones urinarias son patologías que afectan tanto a hombres como a mujeres. No obstante, es cierto que las infecciones urinarias en mujeres son mucho más frecuentes que en hombres.

Tanto en el varón como en la mujer, las bacterias suelen entrar en el sistema urinario a través de la uretra y luego se multiplican. La bacteria Escherichia coli (E. coli), es la que con mayor frecuencia produce las I.U. la cual normalmente se encuentra en el ano, que en el caso de las mujeres está mucho más cerca de sus vías bajas. 

Las infecciones urinarias pueden ser de las vías altas (afectando a los riñones) o de las vías bajas (afectando a la vejiga y la uretra).

CLASIFICACIÓN SEGÚN  LOS SÍNTOMAS

Cistitis. Es la más común de las infecciones urinarias y se trata de aquella infección producida en la vejiga. Suele incluir una necesidad urgente y frecuente de orinar, hay dolor o ardor al orinar, la orina turbia o con sangre. Hay un dolor o presión en la parte inferior del abdomen. Puede o no haber un poco de fiebre.

Uretritis. Se trata de la infección de la uretra. Hay dolor y ardor al orinar, necesidad urgente de orinar, secreción uretral, dolor durante las relaciones sexuales, puede haber sensibilidad, picazón o inflamación en la zona genital.

Pielonefritis. Suele darse cuando la cistitis se agrava y la infección alcanza desde la vejiga hasta los riñones.

Esta infección renal incluye fiebre, escalofríos, dolor en la espalda o costado; puede haber náuseas y vómitos. También se pueden presentar síntomas de cistitis, como micción frecuente y dolorosa.

LOS SÍNTOMAS

Los síntomas más comunes incluyen:

• Micción frecuente y urgente

• Dolor o ardor al orinar

• Orina turbia, con sangre o con mal olor

• Dolor pélvico, particularmente en el centro de la pelvis y alrededor del área del hueso púbico

• Las personas con catéteres pueden experimentar fiebre como un síntoma, lo que hace más difícil el diagnóstico.

Si la infección se propaga a los riñones, puede provocar síntomas más graves, como:

• Dolor en la parte superior de la espalda y en el costado

• Fiebre alta

• Temblores y escalofríos

• Náuseas y vómitos

¿CÓMO DIAGNOSTICAR?

El diagnóstico de una infección urinaria (IU) se basa en la identificación de síntomas compatibles con la infección, junto con pruebas de laboratorio para confirmar la presencia de bacterias en la orina. El análisis de orina y el cultivo de orina (uro cultivo) son las pruebas más comunes.

Los pasos del diagnóstico son la evaluación clínica donde el médico identificará los síntomas del paciente que pueden incluir dolor o ardor al orinar, necesidad frecuente de orinar, orina turbia o con sangre, fiebre y otros síntomas. 

El Análisis de orina busca la presencia de bacterias, glóbulos blancos (que indican inflamación), sangre y otros indicadores de infección. Si se presentan estos elementos se procede a un urocultivo y antibiograma para identificar el tipo de bacteria causante y el antibiograma para determinar la sensibilidad a diferentes antibióticos. Como pruebas adicionales, opcionalmente se pueden realizar pruebas de diagnóstico por imágenes, como ecografías o radiografías, para evaluar la estructura del tracto urinario y descartar otras causas de los síntomas.

EL TRATAMIENTO

Los antibióticos son el primer tratamiento para las infecciones de las vías urinarias. El estado de salud y el tipo de bacterias que se encuentran en la orina determinan qué medicamentos se usan y el tiempo que debe tomar. El tratamiento siempre debe ser instaurado por un profesional médico.

Por lo general, los síntomas de la infección de las vías urinarias desaparecen al cabo de unos pocos días después del inicio del tratamiento. Sin embargo, no significa una curación completa, por tanto, es importante el tiempo de duración del tratamiento supervisado.

PREVENIR LA INFECCIÓN

Para prevenir las infecciones urinarias (IU), es importante mantener una buena higiene, hidratarse adecuadamente y vaciar la vejiga con frecuencia. Además, se recomienda orinar después de la actividad sexual y limpiar los genitales de adelante hacia atrás. También se debe evitar la higiene constante porque la vagina necesita tener un grado de acidez que proporcionan las bacterias buenas que habitan en la vagina. Incluso se puede reforzar esta población buena de bacterias colocándose un poco de yogurt natural en toda la zona genital.

Limpieza genital: Limpiar los genitales de adelante hacia atrás después de orinar o defecar, en mujeres, para evitar que bacterias fecales entren en la uretra. 

Evitar productos irritantes: No usar duchas vaginales, aerosoles o talcos en el área genital, ya que pueden alterar el equilibrio natural de la flora bacteriana. 

• Hidratarse: Beber al menos 6-8 vasos de agua al día ayuda a diluir la orina y a eliminar las bacterias. 

Vaciar la vejiga: No retener la orina por mucho tiempo, especialmente después de relaciones sexuales. 

La ropa: No usar ropa interior ni pantalones ajustados. La ropa debe ser de algodón o sea transpirable para evitar la humedad que favorece el crecimiento bacteriano. 

Ducharse: En vez de realizar baños de tina. 

Pañales: En las niñas o adultos mayores que usan pañal, cambiar frecuentemente y lavar con agua en forma de chorro para barrer cualquier contaminación, especialmente con heces fecales. 

Estreñimiento: Evite el estreñimiento, que puede aumentar el riesgo de IU, consumiendo una dieta rica en fibra y bebiendo suficiente agua. 

Buscar enfermedades subyacentes: Las IU son recurrentes. Consulta con un médico para identificar y tratar cualquier enfermedad subyacente que pueda estar causando las infecciones. 

Siguiendo estas medidas, se puede reducir significativamente el riesgo de contraer una infección urinaria.

¿Qué ES UN INFECCIÓN RECURRENTE?

Se define como infección urinaria recurrente a la aparición de tres o más IUs sintomáticas en un período de 12 meses, o dos o más IUs sintomáticas en seis meses. 

La infección urinaria recurrente (IU-R) en la mujer es un fenómeno muy frecuente que aumenta con la edad. Generalmente ocurre en pacientes sin alteraciones del tracto urinario. Las mujeres con IU-R tienen una mayor predisposición a la colonización vaginal por uropatógenos que se adhieren más fácilmente a sus células epiteliales. Las relaciones sexuales frecuentes, el uso de espermicidas, el antecedente de IU a corta edad, predisponen a esta infección recurrente.

Estas infecciones recurrentes se clasifican en:

Re-infección: Causada por una bacteria nueva, proveniente del exterior del tracto urinario, generalmente después de dos semanas del tratamiento inicial. Este tipo de infección es el más común (95%).

Recaída: Causada por la misma bacteria que la infección inicial, proveniente de un foco dentro del tracto urinario, en las primeras dos semanas después del tratamiento inicial. La recaída es menos común (menos del 5%).

FACTORES DE RIESGO 

Para que una mujer adquiera una infección urinaria

1 Métodos anticonceptivos

Algunos métodos anticonceptivos, como los espermicidas y los diafragmas, pueden aumentar el riesgo de IU. Los espermicidas pueden irritar la piel y facilitar la entrada de bacterias, mientras que los diafragmas pueden ralentizar el flujo de orina, lo que favorece la multiplicación bacteriana.

2 Falta de hidratación

No beber suficiente líquido concentra la orina y dificultar la eliminación de bacterias.

3 Retención de orina

Retener la orina durante largos períodos, por ejemplo, al evitar ir al baño durante la noche o durante viajes largos, también aumenta el riesgo de IU.

4 Obstrucciones en el flujo de orina

Cualquier condición que obstruya el flujo de orina, como cálculos renales, (próstata agrandada en los varones) o tumores, puede facilitar la proliferación de bacterias.

5 Lesiones en la médula espinal o nervios

Las lesiones en la médula espinal o daños en los nervios que controlan la vejiga pueden dificultar el vaciado completo, aumentando el riesgo de infección.

6 Enfermedades

La diabetes y otras enfermedades que debilitan el sistema inmunitario aumentan la susceptibilidad a las IU.

7 Catéteres

Los catéteres, que se utilizan para drenar la orina que se colocan por ejemplo en una internación hospitalaria, facilitan la introducción de bacterias en el tracto urinario. El simple hecho de estar en un hospital puede derivar en una infección urinaria por bacterias hospitalarias. 

8 Embarazo

Los cambios hormonales durante el embarazo facilitan la propagación de bacterias hacia los riñones. Además, el aumento de tamaño del útero ha de comprimir la vejiga evitando así su vaciamiento completo.

9 Duchas vaginales o exceso de higiene. 

Uno de los mitos más comunes sobre las duchas vaginales es que son necesarias para limpiar la vagina y prevenir infecciones, sin embargo, las duchas vaginales no son necesarias y pueden interferir con el equilibrio natural de bacterias, alternan el PH o acidez natural de la vagina, lo que aumenta el riesgo de infecciones. 

10 Falta de higiene luego de defecar

Los malos hábitos de higiene después de evacuar son una razón frecuente de infección urinaria. 

11 Menopausia

La menopausia se produce por el cese de secreción de estrógenos en los folículos ováricos, por agotamiento de los mismos. Este hipoestrogenismo produce una serie de cambios que condiciona un incremento de las infecciones del tracto urinario inferior (ITU) agudas y recurrentes. Se produce, pérdida de elasticidad vaginal, disminución de la lubricación vaginal, cambios del pH vaginal que favorecen la colonización por enterobacterias, adelgazamiento / atrofia de la mucosa uretral que favorece el ascenso de los gérmenes desde la zona vaginal y periuretral hasta la uretra y vejiga.

12 Las relaciones sexuales

También hay casos de infección urinaria recurrente que se presentan solamente después de una relación sexual donde fácilmente puede producirse una contaminación. Los especialistas, a algunos de estos casos, los llaman cistitis post-coito o cistitis de la luna de miel, y las mujeres desarrollan los síntomas de IU 24 a 48 horas después de una relación sexual.

 

* El Dr. Víctor Hugo Vasquez Chungara es médico general

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