El cóctel biológico de las hormonas en las mamás

El embarazo es una etapa única en la vida de una mujer, no solo por los cambios físicos evidentes, sino también por la intensa transformación hormonal que ocurre en su organismo. Muchas mujeres describen esta etapa como un periodo de plenitud, sensibilidad aumentada y una conexión emocional profunda con el bebé. La ciencia tiene una explicación para ello.

Durante el embarazo, el cuerpo femenino se convierte en un laboratorio bioquímico altamente especializado que produce una compleja red de hormonas. Estas actúan sobre distintos órganos y sistemas, y preparan al organismo no solo para sostener la vida en desarrollo, sino también para generar sensaciones de bienestar, vinculación emocional y resiliencia física.

LAS PROTAGONISTAS

A ese maravilloso concierto de la creación donde la mamá y su bebé son las estrellas, se une una de las primeras y más importantes hormonas que es la gonadotropina coriónica humana (hCG). Esta hormona es la responsable de que los test de embarazo den positivo y su función es mantener el cuerpo lúteo en los primeros meses, lo que permite que se sigan produciendo otras hormonas clave, como la progesterona y el estrógeno.

La progesterona, conocida como la “hormona del embarazo”, relaja los músculos del útero para evitar contracciones prematuras y ayuda a que el sistema inmunológico materno no rechace al feto. Pero también tiene efectos emocionales sobre la madre e induce un estado de calma, favorece el sueño y reduce el estrés.

EL BRILLO DEL EMBARAZO

Los estrógenos aumentan significativamente durante la gestación. Estimulan el crecimiento del útero y del tejido mamario, pero además mejoran la irrigación sanguínea, lo que muchas veces da lugar al llamado “brillo del embarazo” porque la mamá desde el inicio de su embarazo muestra una piel más tersa, cabello más fuerte y sensación general de vitalidad.

LA HORMONA DEL AMOR

Otra hormona clave es la oxitocina, que suele aumentar progresivamente y se libera en grandes cantidades durante el parto y la lactancia. Es conocida como la “hormona del amor” o de la vinculación, porque genera sensación de afecto, apego y placer. La oxitocina no solo facilita el parto, también fortalece el vínculo madre-hijo y promueve sentimientos positivos que ayudan a atravesar esta etapa con una percepción emocional de bienestar.

AGRANDAMIENTO DE LOS SENOS

También se incrementa la producción de prolactina, que prepara las glándulas mamarias para la lactancia. Más allá de su función física, esta hormona también favorece el comportamiento maternal, la empatía y la protección hacia el recién nacido.

PLACER Y EUFORIA

A nivel cerebral, el embarazo produce un aumento en las endorfinas, los neurotransmisores responsables del placer y la euforia, similares a los que se liberan durante el ejercicio o el enamoramiento. Esto contribuye al llamado “estado emocional elevado” de muchas gestantes.

TOTAL TRANSFORMACIÓN

“Durante el embarazo, la mujer experimenta una neuroplasticidad única. Su cerebro se adapta para priorizar la protección, la empatía y la conexión emocional. En un estudio publicado en Nature Neuroscience, se demostró cómo el cerebro de las madres cambia estructuralmente para favorecer el vínculo con su hijo.

Estas alteraciones hormonales y cerebrales no solo permiten una gestación saludable, sino que colocan a muchas mujeres en un estado de plenitud física y emocional que marca su vida para siempre.

PARA SABER

NEUROPLASTICIDAD MATERNAL

La neuroplasticidad es la capacidad del sistema nervioso, incluyendo el cerebro, para reorganizar sus conexiones neuronales en respuesta a la experiencia, el aprendizaje y el daño. Esta propiedad permite que el cerebro cambie y se adapte a lo largo de la vida, modificando su estructura y función. El embarazo es un momento donde el cerebro de la madre se adapta, por los cambios hormonales, para establecer una conexión única jamás imaginada antes, por su hijo