Burnout, la enfermedad que es como un “apagón”

También llamado síndrome de agotamiento laboral o un “corte de luz” interno, llega después de estar demasiado tiempo bajo presión. No es simplemente estar cansado, sino la consecuencia final de un estrés que lleva meses —o años— acumulándose sin respiro

Burnout, la enfermedad que es como un “apagón” Burnout, la enfermedad que es como un “apagón”

Redacción MI DOCTOR
Mi Doctor / 18/08/2025 11:25

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recién lo reconoció en 2019, pero tampoco lo hizo como enfermedad psiquiátrica, sino como un “fenómeno ocupacional” que aparece cuando el empleado está sometido a mucha presión o a un estrés crónico por el trabajo. Esto significa que, aunque puede colapsar el cuerpo y las emociones, todavía no está en la misma categoría que la depresión o la ansiedad.

MÁS ALLÁ DEL CANSANCIO

Si alguien tiene burnout, no es algo que se quite con una siesta o un fin de semana libre. Entre los síntomas más comunes están los siguientes, ante los cuales debes estar atento:

•    Cansancio extremo que no mejora con el descanso.

•    Problemas para dormir o despertarse más cansado de lo que te acostaste.

•    Irritabilidad, frustración y ganas de llorar por cosas que antes no eran de gran importancia.

•    Alejarse mentalmente del trabajo donde todo da igual, aburre o pone de mal humor.

•    Sentir que no eres útil, que no sirves para lo que haces en cosas que antes eras bueno.

•    Dolores musculares, dolores de cabeza, problemas digestivos.

Lo complicado es que estos síntomas se parecen a los de la depresión o la ansiedad, por eso a veces es difícil saber qué es qué.

¿CUÁNTAS PERSONAS LO PADECEN?

Uno de cada tres trabajadores en el área de salud, muestra signos de burnout, lo cual puede extrapolarse a otros rubros en los que hay 

Y esto no es exclusivo de hospitales, profesores, policías, periodistas, programadores, cuidadores y prácticamente cualquier persona que se desempeñe en un trabajo con mucha presión, puede llegar al punto de sufrir un “apagón” o burnout.

¿POR QUÉ NO HAY UN TRATAMIENTO CLARO?

•    Porque falta una definición precisa. No hay una prueba de laboratorio o un examen que confirme “tienes burnout”, así que cada estudio lo mide distinto.

•    Se mezcla con otras enfermedades. Muchas veces viene acompañado de depresión o ansiedad, y eso confunde el diagnóstico.

•    El origen es el trabajo. Si el problema está en tu entorno laboral, una pastilla por sí sola no lo arregla.

•    Hay poca investigación. Aunque se habla mucho de burnout, todavía no hay suficientes estudios para tener un protocolo único de tratamiento.

CÓMO SE SUFRE EL BURNOUT

Mucha gente que tiene burnout no busca ayuda por miedo a ser juzgada, por perder el empleo o porque no saben lo que les pasa. A veces los médicos no le dan importancia, los seguros de salud no cubren ni reconocen las bajas médicas que generalmente son largas para que la persona que se recupere. No es una “enfermedad oficial” según la OMS, por lo que la persona termina aguantando o recurriendo a soluciones temporales que no van al fondo del problema.

QUÉ PUEDES HACER HOY

Aunque no haya una pastilla milagrosa, sí hay caminos para mejorar:

•    CAMBIOS EN EL TRABAJO. Reducir carga laboral, horarios más humanos, jefes que apoyen y mejor organización de tareas.

•    TRABAJO PERSONAL. Terapia psicológica (sobre todo la cognitivo-conductual), mindfulness, ejercicio regular, técnicas de relajación y cuidar el sueño.

•    PROGRAMAS ESPECIALIZADOS. Algunos centros como Human Tempo en Francia, ofrecen estancias para desconectar y recibir acompañamiento para la recuperación, con talleres y actividades guiadas. Son útiles, pero no siempre accesibles para todos por su costo, sin embargo, es una referencia de un tratamiento que, a lo largo de siete días, espera reubicar a las personas en su centro.

CÓMO PREVENIR EL BURNOUT

Aquí tienes una lista práctica que puede ayudarte a no llegar al punto de quiebre:

•    Poner límites al trabajo. Mantén un horario y no contestes mensajes fuera de horario.

•    Pide ayuda cuando la carga sea excesiva.

•    Haz pausas cortas durante el día para estirarte y descansar la mente.

•    Rodéate de gente con la que puedas hablar de lo que sientes.

•    Haz actividad física moderada al menos tres veces por semana.

•    Duerme lo suficiente y mantén horarios regulares.

•    Si sientes que no puedes más, busca ayuda profesional cuanto antes.

CÓMO SALIR DEL BURNOUT

Salir del burnout no es rápido, pero sí posible. Normalmente el proceso incluye:

•    Reconocer que algo no está bien.

•    Reducir o cambiar lo que te está quemando (puede ser pedir una baja temporal o reestructurar tu trabajo).

•    Trabajar con un terapeuta en técnicas para manejar el estrés y la ansiedad.

•    Recuperar poco a poco la energía y la motivación con actividades que te gusten.

•    Asegurarte de que las condiciones que te llevaron al burnout no se repitan.

El tiempo de recuperación varía. Algunos mejoran en semanas, otros necesitan varios meses. Lo importante es no volver a exponerte a lo mismo sin haber cambiado nada.

El burnout es real, desgasta y puede dejar secuelas si no se atiende. Aunque la OMS no lo clasifica como enfermedad psiquiátrica, el impacto en la vida diaria es tan fuerte que merece atención urgente. La solución pasa por dos caminos: mejorar las condiciones laborales y aprender a reconocer y manejar el estrés antes de que sea demasiado tarde.

Mientras tanto, programas y herramientas de autocuidado pueden ayudar a salir del agujero. El trabajo es importante, pero tu salud lo es más.

Julio (50 años), informático y víctima de Burnout 

Cuando Julio sufrió Burnout, su cuerpo le aviso con una embolia pulmonar. “Solo porque llegó la ambulancia me detuve. Si hubiera podido, hubiera ido a la oficina”. Antes de eso se sentía sensible, lloraba con facilidad, había dejado de hacer las cosas que le gustaban fuera de la oficina y tenía un constante malestar estomacal. 

Mientras se recuperaba en casa, comentó que no podía ni siquiera ver una película porque hacerlo le producía un cansancio visceral. Era imposible para él mirar su celular o prender su computador. Solo podía hacer trabajos manuales como cuidar sus plantas, limpiar, pintar o arreglar cosas. Le llevó semanas lograr reconectar, decidió ponerse límites y aprender a cuidarse a sí mismo, algo que había olvidado hacer.

Melisa (38 años), directora de marketing

“Un día no pude levantarme de mi cama. Supe que algo estaba muy mal”. Melisa solía asumir apasionadamente los desafíos que se le presentaban y trabajar por metas, asumiendo cada vez mayores responsabilidades. Solía seguir trabajando en casa y tenía escasas horas de sueño y casi ningún fin de semana libre. “Cuando caí enferma, al fin todo se detuvo”. Abandono su trabajo como jefa y decidió replantear su modo de vida. Los síntomas del Burnout fueron devastadores para ella y no quiere volver a atravesar lo mismo por lo que decidió ponerse límites a ella misma. 

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