Obama advierte sobre el resurgimiento del racismo
La calma vuelve a Baltimore, pero persiste la tensión entre la población negra del lugar
PREOCUPACIÓN. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió sobre el aumento de ataques a afroamericanos. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, opinó ayer que las múltiples denuncias de violencia policial contra afroamericanos plantean "preguntas preocupantes", y llamó al país a hacer un "examen de conciencia" no sólo sobre la policía, sino sobre las causas de la pobreza y criminalidad entre los jóvenes.
"Hemos visto demasiadas instancias de lo que parecen ser policías interactuando con individuos, principalmente afroamericanos, a menudo pobres, de formas que plantean preguntas preocupantes", dijo Obama en una conferencia de prensa después de reunirse con el primer ministro japonés, Shinzo Abe.
Obama recordó que, desde los disturbios en Ferguson (Misuri) por la muerte de un joven negro a manos de un policía blanco en agosto de 2014, la tensión creció y ahora hay protestas en distintas comunidades del país "una vez a la semana o cada dos semanas".
"Lo que yo diría es que esto ha sido una crisis que se ha desarrollado lentamente. Esto lleva sucediendo mucho tiempo. Esto no es nuevo, y no deberíamos fingir que es nuevo (...). Esto lleva ocurriendo décadas", indicó Obama.
El mandatario se pronunció así después de condenar los disturbios del lunes por la noche en Baltimore (Maryland)
Obama recordó que creó un grupo de trabajo para "reconstruir la confianza" en la Policía, y trabajar con esas agencias de seguridad para que "se cambien a sí mismas".
"Pero no podemos dejar esto únicamente a la Policía. Creo que hay departamentos de policía que tienen que hacer un examen de conciencia. Creo que hay algunas comunidades que tienen que hacer un examen de conciencia. Pero sobre todo creo que nosotros, como país, tenemos que hacer un examen de conciencia", sostuvo.
"Sin excusar las actividades criminales en estas comunidades, si tenemos comunidades empobrecidas y despojadas de oportunidades, donde los niños nacen en la extrema pobreza, cuyos padres (...) no pueden cuidar de ellos, es más probable que esos jóvenes acaben en la cárcel o muertos a que vayan a la universidad", añadió.
La violencia y los disturbios que sacudieron el lunes la ciudad de Baltimore (Maryland, EE.UU.), a raíz de la muerte de un joven afroamericano bajo custodia policial, se tornaron en marchas más pacíficas pero cargadas de tensión entre la comunidad negra y las fuerzas del orden.
Tras una noche de incendios y saqueos de tiendas y todo tipo de establecimientos, el estado de emergencia decretado en la ciudad con el despliegue consiguiente de miles de agentes de policía y miembros de la Guardia Nacional rebajó ayer los niveles de violencia.
Después de días de protestas pacíficas por la muerte del joven Freddie Gray, quien falleció bajo arresto tras recibir un fuerte golpe en la espina dorsal y no recibir asistencia médica, el caos se desató tras su funeral, cuando cientos de adolescentes empezaron a arrojar piedras, ladrillos y botellas a los agentes.