México: El Papa recuerda a las víctimas de violencia
También mencionó a los "excluidos" y "descartados" mexicanos
El papa Francisco recordó ayer a "los excluidos", a "los descartados" y a las personas que han visto perder un familiar por la violencia criminal, durante la homilía pronunciada en la misa celebrada en la basílica de la Virgen de Guadalupe en Ciudad de México.
La narración de las apariciones de la Virgen al indígena San Juan Diego, canonizado por Juan Pablo II en 2002, origen del culto a la virgen de Guadalupe, sirvieron al Papa para hablar de aquellos "que no valían nada".
"En aquel amanecer de diciembre de 1531 se producía el primer milagro que luego será la memoria viva de todo lo que este Santuario custodia. En ese amanecer, en ese encuentro, Dios despertó la esperanza de su hijo Juan (Diego), la esperanza de su Pueblo", añadió en su sermón.
Una esperanza, añadió el Pontífice, "que sigue dando esperanza de los pequeños, de los sufrientes, de los desplazados y descartados, de todos aquellos que sienten que no tienen un lugar digno en estas tierras".
Entre ellos, Francisco citó "el corazón sufriente pero resistente de tantas madres, padres, abuelos que han visto partir, perder o incluso arrebatarles criminalmente a sus hijos".
"María, la mujer del sí, también quiso visitar los habitantes de estas tierras de América en la persona del indio San Juan Diego" dijo el Papa, quien añadió "que de esa misma manera se sigue haciendo presente a todos nosotros; especialmente a aquellos que como él sienten que no valían nada".
Francisco, al relatar la historia de los sucesivos templos dedicados a la Guadalupana, afirmó que "nadie puede quedar afuera".
"Todos somos necesarios, especialmente aquellos que normalmente no cuentan por no estar a la altura de las circunstancias o no aportar el capital necesario para la construcción de las mismas. El Santuario de Dios es la vida de sus hijos, de todos y en todas sus condiciones", destacó.
Y entre estos, "especialmente de los jóvenes sin futuro expuestos a un sinfín de situaciones dolorosas, riesgosas, y la de los ancianos sin reconocimiento, olvidados en tantos rincones".
Ante "las tantas situaciones que nos quitan la fuerza, que hacen sentir que no hay espacio para la esperanza, para el cambio, para la transformación", Francisco pidió mirar a la Virgen y rezó una oración especial creada sólo para ella en esta ocasión.
En la oración a la Virgen se decía: "Las horas se desploman; sacudidos, muerden los hombres necios la basura de la vida y de la muerte, con sus ruidos".
FRENTE AL PODER
- Las palabras "privilegios" y "corrupción", pronunciadas por Francisco ante los principales representantes del poder político y económico de México, cobraron un fuerte simbolismo ayer.
- Las vallas y los efectivos de Policía clausuraron a cal y canto el Zócalo, la plaza pública más grande de Latinoamérica donde se halla la entrada principal del palacio.
- El Pontífice fue recibido por el presidente, Enrique Peña Nieto, a las puertas del fastuoso edificio, sede de virreyes durante la colonia y de gobernantes mexicanos tras la independencia.
- El Papa y Peña Nieto, acompañados por la primera dama mexicana, la actriz Angélica Rivera, celebraron una reunión privada en la que intercambiaron presentes.
- Al descender por las escalinatas que dan al Patio de Honor, Francisco fue objeto de una sonora ovación del auditorio, formado por miembros de los tres poderes del Estado, la jerarquía eclesiástica, periodistas y varios renombrados empresarios.
- La jornada de ayer tuvo su momento histórico, cuando Francisco ingresó al Palacio Nacional, siendo la primera vez que un Papa católico es recibido en dicho edificio.
- La voz del Papa se tornó firme cuando denunció que la búsqueda de los privilegios conduce a la corrupción, el narcotráfico y la violencia, en lo que fue su primer discurso de la visita a México.