Papa envía duro mensaje recordando el Vía Crucis
El Papa presidió ayer el Vía Crucis en el Coliseo romano e identificó en el calvario de Cristo a las sombras de la humanidad...
El Papa presidió ayer el Vía Crucis en el Coliseo romano e identificó en el calvario de Cristo a las sombras de la humanidad, desde quienes padecen penurias hasta quienes las provocan, como corruptos, terroristas o curas pederastas.
Francisco llegó a la colina del Palatino, próxima al Anfiteatro Flavio, y desde ahí, ataviado con un largo abrigo de paño blanco, asistió a la ceremonia sumido en un profundo recogimiento.
Fue al final de rito, cuando la cruz llegó desde el interior del Coliseo hasta él, cuando pronunció una oración en la que incidió en los problemas de la humanidad y en quienes las sufren o las provocan, tanto con sus actos como con su indiferencia.
Recordó a los cristianos "asesinados, quemados vivos, degollados y decapitados por las bárbaras espadas y el silencio infame", así como al "rostro de los niños, de las mujeres y de las personas extenuadas y amedrentadas que huyen de las guerras".
También mencionó a "los ancianos abandonados por sus propios familiares, a los discapacitados, a los niños desnutridos y descartados por nuestra sociedad egoísta e hipócrita".
O al "Mediterráneo y el Mar Egeo, convertidos en un insaciable cementerio, imagen –dijo– de nuestra conciencia insensible y anestesiada".
Por otro lado, en el crucifijo también situó al "emblema de la traición", identificado a su parecer con "los ministros infieles que, en vez de despojarse de sus propias ambiciones, despojan incluso a los inocentes de su propia dignidad".
También criticó a "los fundamentalismos y el terrorismo de los seguidores de cierta religión que profanan el nombre de Dios y lo utilizan para justificar su inaudita violencia".