Brasil pide respeto a los gobiernos "bolivarianos"
La reacción más dura fue contra Venezuela, a la que acusó de desconocer el proceso
El nuevo Gobierno brasileño llamó ayer a consultas a su embajador en Caracas tras la decisión de Venezuela de congelar relaciones en protesta por lo que llamó de "golpe de Estado parlamentario" en Brasil, al tiempo que pidió respeto a otros países "bolivarianos" que también han cuestionado su transición política.
Tanto Venezuela como Bolivia, Ecuador y Cuba calificaron como "golpe de Estado" la decisión del Senado brasileño de separar definitivamente de la Presidencia a Dilma Rousseff, hallada culpable de "crímenes de responsabilidad", tras lo que Michel Temer asumió definitivamente como jefe de Estado.
La reacción más dura, sin embargo, fue la de Venezuela, que decidió "retirar definitivamente a su embajador en Brasil y congelar las relaciones políticas y diplomáticas con el Gobierno surgido de este golpe parlamentario".
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil explicó en un comunicado que, ante la decisión venezolana que amenaza la integración latinoamericana, "decidió llamar a su embajador en Caracas a consultas".
"El Gobierno brasileño repudia los términos del comunicado emitido por el Gobierno venezolano sobre la conclusión del juicio político destituyente de la ex presidente de la República, que revela un profundo desconocimiento de la Constitución y de las leyes de Brasil y niega totalmente los principios y objetivos de la integración latinoamericana", dice la nota.
En cuanto a la posición de los otros países que también llamaron a consultas a sus embajadores pero sin congelar las relaciones, el Gobierno brasileño "lamentó sus manifestaciones de incomprensión" del proceso por el que se destituyó a Rousseff.
"El proceso fue conducido con estricto respeto a lo que establecen las leyes y la Constitución brasileña y constituye un ejemplo que fortalece la democracia en el país y en la región", asegura el comunicado de la cancillería brasileña.
Según el Gobierno de Temer, Ecuador, Bolivia y Cuba "reinciden en expresiones equivocadas que ignoran los fundamentos de un Estado democrático de derecho, como el que rige de plena forma en Brasil".
La agencia AFP aseguró que Brasilia llamó también a sus embajadores en Bolivia y Ecuador.
Pese a que en los primeros comunicados oficiales el gobierno brasileño no informó de que había adoptado medidas diplomáticas respecto a Ecuador y Bolivia -de quienes sí había lamentado sus reacciones contrarias-, Serra anunció más tarde que también convocó a consultas a los embajadores en ambos países.
La Unasur analiza convocar a una reunión de cancilleres
El secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) Ernesto Samper, inició una ronda de consultas con los cancilleres de la región de cara a una posible reunión para tratar la destitución de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
El organismo, con sede en Quito, indicó en un breve comunicado que la destitución de Rousseff "genera preocupación y tiene implicaciones regionales cuyo examen justifica una reunión extraordinaria de cancilleres", por lo que Samper está contactando a los ministros de Relaciones Exteriores para tratar de la eventual cita.
El Senado de Brasil destituyó el miércoles a Rousseff, acusada de maniobras fiscales irregulares, por 61 votos a favor y 20 en contra, y posteriormente Michel Temer juró como nuevo presidente, aunque como vicepresidente ya gobernaba, desde el 12 de mayo, cuando la cámara legislativa instauró el juicio político que llevó a la salida del poder de la Mandataria.
Otros países como Argentina, Colombia y Estados Unidos dijeron que respetan las instituciones brasileñas y expresaron su deseo de seguir trabajando con el Gobierno del ahora presidente brasileño, Michel Temer.