Lamia, la aerolínea de la tragedia
La empresa nació en Venezuela, pero desde 2015 empezó a operar desde Bolivia
El trágico accidente en Colombia, en el que murieron más de 70 personas, entre ellas casi todo el equipo brasileño Chapecoense, echó luz sobre la aerolínea Lamia, de la que se conocía poco en Bolivia hasta ayer, lo que a su vez ha generado más dudas sobre su origen.
Lamia lleva poco más de un año funcionando en el país y se había especializado justamente en transportar a equipos de fútbol.
La Línea Aérea Mérida Internacional de Aviación (Lamia) tomó su nombre de su antigua ubicación, en el estado venezolano de Mérida, pero se reubicó en Bolivia, en un proceso que inició en 2014 y concluyó en enero de este año.
La empresa nació en Venezuela, "pero ahora es toda boliviana", aseguró ayer el director general, Gustavo Vargas.
Operaba con un avión, el Avro Regional Jet 85, que según Vargas, "había pasado todos los controles" y contaba "con el visto bueno".
Lamia cuenta con otros dos aviones más en revisión, uno de ellos a punto de poder ser utilizado, según la compañía. "Últimamente nos hemos especializado en cubrir todos los eventos deportivos", relató Vargas.
Según Infobae, la empresa se fundó en 2009 en Mérida (Venezuela) a la que debe su nombre. Su dueño, Ricardo Alberto Albacete Vidal, proclamó que su objetivo era ayudar al desarrollo de esa región venezolana y, para ello, contaría con 12 aviones. Recibió el apoyo del gobernador chavista, Marcos Díaz Orellana, que gestionó, sin éxito, el permiso para que la empresa comenzara a operar, por lo que Albacete ofreció su proyecto al gobernador del estado insular de Nueva Esparta, Carlos Mata Figueroa, cuya joya turística es la isla de Margarita. La empresa, que todavía no había realizado ni un solo vuelo comercial, se transformó en Línea Aérea Margarita Internacional Aviación. La sigla seguía calzando.
El 3 de noviembre de 2013, Mata Figueroa recibió con pompa en el aeropuerto de Margarita al único avión de Lamia, el jet British Aerospace BAE-RJ85. En un discurso con agradecimientos al presidente Nicolás Maduro y otros funcionarios chavistas, pronosticó un futuro venturoso para la compañía.
Infobae asegura que, mientras la crisis venezolana sacudía al turismo y al mercado aerocomercial, Albacete intentaba en España “negocios oscuros”. Fue señalado como uno de los principales testaferros del empresario chino Sam Pa, detenido en octubre de 2015 por autoridades de Beijing por delitos monetarios y traición al Partido Comunista.
Finalmente, sin lograr despegar en Venezuela, Albacete trasladó los tres aviones a Bolivia.
Ayer Albacete se declaró muy afectado por el accidente, pero se desvinculó de la empresa. "No somos accionistas ni empleados de LAMIA Bolivia, sino de LAMIA Venezuela; dejamos el mismo nombre para no perder la pintura del avión; nosotros somos los que les arrendamos a ellos los aviones, pero el avión es operado por la empresa boliviana", remarcó, según Infobae.
Bolivia registra como dueños a los pilotos Marco Antonio Rocha y Miguel Quiroga, este último fallecido en el accidente.