Italia busca reformar su sistema político en un referéndum
Matteo Renzi se juega su continuidad al frente del Ejecutivo y pide apoyo al Sí
El primer ministro de Italia, Matteo Renzi, clausuró ayer la campaña del referéndum de este domingo sobre su reforma de la Constitución, y dijo que la norma no servirá para reforzar al Gobierno sino para dar credibilidad, futuro y dignidad al país.
"El 'si' (a la reforma en el referéndum) no refuerza el Gobierno, sino a Italia", proclamó el Primer Ministro durante un acto celebrado en la plaza de la Señoría de su ciudad, Florencia, el último antes de que entre en vigor la jornada de reflexión.
El Primer Ministro defendió ante cientos de seguidores que votar a favor de su reforma constitucional implica conceder "dignidad a las instituciones y otorgar mayor credibilidad a la clase política".
En definitiva, "hacer una democracia más simple" porque, a su juicio, "es justo modificar un sistema que no funciona".
Subrayó que simplificar el sistema parlamentario italiano, la clave de la norma, "permitirá a los gobernantes llevar a cabo las medidas que prometieron" en campaña en vez de gobernar con inestables mayorías, como ocurrió en múltiples ocasiones.
Pero, además, su reforma hará de Italia un país más estable que -apuntó- podría situarse "como líder de la Unión Europea" debido a "la situación de caos" que impera en el orden internacional.
Renzi arremetió contra una clase política que, en su opinión, durante décadas tuvo la oportunidad de cambiar y modernizar el país pero no lo hizo, e hizo veladas alusiones a sus numerosos oponentes, también dentro de su Partido Demócrata (PD).
"El objetivo es devolver la confianza a las nuevas generaciones. Nosotros somos los que pensamos que hacer política equivale a proponer, no a agruparse con otros y decir 'no' a todo. Con el 'no' Italia no va a ninguna parte, con el 'si', al futuro", reivindicó.
Renzi eludió hablar sobre lo que ocurrirá tras el referéndum, la principal incógnita de esta cita electoral a la que llegó a vincular su continuidad al frente del Gobierno, una intención que posteriormente matizó y desdijo sin dar demasiados detalles.
Consciente de que los últimos sondeos vaticinan una derrota del Gobierno, instó a sus seguidores a enviar mensajes a sus amigos e ir casa por casa y puerta por puerta explicando la reforma porque, a su parecer, "una gran remontada es posible".