Nuevas denuncias salpican a la cúpula política de Brasil
Un delator menciona más de 40 veces el nombre del presidente Michel Temer
El testimonio de un alto ejecutivo de la constructora Odebrecht volvió a remover los cimientos del modelo político de Brasil al señalar a la cúpula legislativa de haber recibido supuestos cobros ilegales de la compañía, en un nuevo escándalo que implica al presidente Michel Temer.
Ministros, diputados, senadores, asesores y hasta el propio Temer, unos 51 políticos de 11 partidos fueron señalados por el ex vicepresidente de Relaciones Institucionales de Odebrecht Claudio Melo Filho, en una delación pactada a cambio de una reducción de penas y filtrada a los medios el viernes.
En el escrito de 82 páginas aparece citado el nombre de Temer un total de 43 veces.
La declaración de Filho, que provocó un nuevo terremoto en la política brasileña, apunta que Temer pidió al empresario Marcelo Odebrecht 10 millones de reales (unos 3 millones de dólares) para las campañas del PMDB (Partido del Movimiento Democrático Brasileño) en 2014.
Por aquel entonces, Temer era vicepresidente del Gobierno de Dilma Rousseff.
Filho revela que "trató pocas veces directamente con Temer" ya que se valía de las figuras del actual ministro de la Presidencia, Eliseu Padilha, y del secretario ejecutivo del Programa de Sociedades para la Inversión, Moreira Franco.
"Siempre supe que Eliseu Padilha representaba la figura política de Michel Temer", narra el alto ejecutivo.
Según el testimonio, del monto total solicitado, 4 millones de reales (unos 1,2 millones de dólares), fueron recibidos vía Padilha, quien señaló en una nota que todo es "mentira".
El alto ejecutivo también relata, con pruebas, su relación con la cúpula Legislativa de Brasil, que recibía "apoyo financiero", supuestamente no declarado, y por tanto ilegal, por parte de la constructora, a cambio de que diputados y senadores elaboraran leyes favorables para la actividad de la compañía.
En la delación, afirma que en total fueron pagados 17 millones de reales (unos 5 millones de dólares) a distintos parlamentarios, que tuvieron como resultado la modificación al gusto de la constructora de 14 medidas legislativas.
La confesión salpica a los presidentes de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, y del Senado, Renán Calheiros.