Confirman a Tillerson en secretaría de Estado
Se mantiene como incógnita la actuación del nuevo jefe de la diplomacia sobre Venezuela, donde tuvo un problema en 2007

Rex Tillerson, ex jefe de ExxonMobil, fue confirmado ayer como secretario de Estado norteamericano por el Senado de Estados Unidos. Recibió 56 votos a favor y 43 en contra. Y aunque cuatro senadores demócratas votaron junto a los republicanos, su confirmación como jefe de la diplomacia estadounidense es una de las que más oposición tuvieron en las últimas décadas.
El texano de 64 años sucede en el puesto al demócrata John Kerry (2013-2017) bajo la sombra de un conflicto de interés por su pasado al frente de la petrolera, con intereses en decenas de países, y por su cercanía al presidente ruso, Vladimir Putin.
Las audiencias de confirmación en el Senado estuvieron marcadas sobre todo por su relación con Putin, a quien Barack Obama acusó directamente de estar detrás de los ataques cibernéticos que sufrió el Partido Demócrata durante la campaña electoral y que habrían tenido como objetivo favorecer la victoria de Donald Trump.
Rusia es "claramente un adversario hostil", dijo Tillerson a los senadores, aunque evitó arremeter directamente contra Putin, con el que en 2011 negoció un acuerdo energético que está en suspenso por las sanciones que Obama impuso en 2014 a Moscú por la anexión de Crimea. En 2013, Putin le concedió la Orden de la Amistad, una de las máximas distinciones que Rusia da a ciudadanos extranjeros.
Según informó la Casa Blanca, Trump y el nuevo secretario de Estado almorzaron juntos en la residencia de la Avenida Pensilvania apenas un par de horas antes de la confirmación en el Senado.
El ex CEO de ExxonMobil carece de experiencia en el servicio público: su carrera profesional estuvo vinculada a la petrolera durante décadas y no tuvo cargos en ejecutivos, legislativos ni prestó servicio militar. Pero los más de 40 años en la novena compañía del país, según Forbes, le otorgan experiencia en las relaciones diplomáticas internacionales.
Tillerson empezó a trabajar en la petrolera en los años 70. En 2004 asumió la presidencia y la dirección y en 2006 se convirtió en CEO.
Ahora será el rostro de Estados Unidos ante un mundo en el que aliados históricos critican al presidente Trump por las políticas y los giros que está dando desde su llegada a la Casa Blanca, el 20 de enero, entre ellos la crisis diplomática abierta con México por el muro que quiere en la frontera común.
"México es un viejo amigo y vecino de este país", dijo Tillerson en las audiencias en el Senado.
Aunque el nuevo secretario de Estado no se ha expresado aun extensamente sobre cómo conducirá las relaciones exteriores, su visión es más convencional que la de Trump, al que no apoyó inicialmente en su carrera a la Casa Blanca. Tillerson respaldó entonces al también texano Jeb Bush, ex gobernador de Florida.
De momento no se le conoce una toma de posición sobre Siria, Cercano Oriente, el terrorismo internacional o las relaciones con China.
También es una incógnita su actuación con Venezuela, donde en 2007 se negó a plegarse a las exigencias de Hugo Chávez y vio cómo el entonces presidente del país latinoamericano nacionalizaba activos de ExxonMobil por valor de 10.000 millones de dólares.
Durante las audiencias en el Senado dijo que quiere buscar una "transición democrática negociada en Venezuela" en cooperación con países como Brasil y Colombia, pero también que seguirá apoyando el diálogo entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición.
Sobre Cuba aseguró apoyar el embargo, pero no defendió la posibilidad de revertir la apertura de Obama.
Asimismo, Donald Trump presionó ayer a favor de que su nominado para la vacante en el Tribunal Supremo, el juez Neil Gorsuch, sea confirmado rápidamente por el senado e incluso pidió a la mayoría republicana en esa cámara usar, si es necesario, una excepción parlamentaria para lograrlo.
Trump anunció el martes la nominación de Gorsuch, quien ayer se desplazó al Capitolio en compañía del vicepresidente estadounidense, Mike Pence, para iniciar las reuniones previas a la confirmación.
Mientras, Trump se reunió en la Casa Blanca con representantes judiciales y de grupos de interés sobre cuestiones vinculadas con las decisiones del Supremo, y dejó claro que espera que el proceso de confirmación de Gorsuch vaya "muy, muy rápido".
Secretario de la ONU critica el veto de Trump
El secretario general de la ONU, António Guterres, aseguró que el veto a los ciudadanos de ciertos países decretado por el presidente estadounidense viola "principios básicos" y debería ser eliminado.
"Creo que estas medidas deberían ser eliminadas más pronto que tarde", dijo Guterres en la sede de la ONU.
El diplomático portugués aseguró que este tipo de acciones "no son efectivas si el objetivo es realmente evitar la entrada de terroristas en Estados Unidos".
"Si una organización terrorista global va a intentar atacar cualquier país como EE.UU., probablemente no vendrá con gente con pasaportes de países que son hoy zonas de conflicto", dijo Guterres, quien recordó la sofisticación con la que operan estos grupos.
Guterres llamó a evitar "medidas que alimenten la ansiedad y la ira", pues "ayudan a desencadenar los mecanismos de reclutamiento que estas organizaciones están haciendo en todo el mundo".