Lula pierde a su esposa en plena crisis política
La ex primera dama de Brasil había sufrido un derrame cerebral hace diez días
LUTO. Foto tomada el 11 de octubre de 2008. Lula da Silva junto con su esposa Letícia. El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva perdió ayer a su esposa, Marisa Letícia Rocco, debido al derrame cerebral que la ex primera dama sufrió unos días atrás, y en medio de las acusaciones de corrupción que salpicaban a la pareja.
La esposa de Lula estaba internada desde el 24 de enero, después de que sufriera un derrame cerebral por la rotura de un aneurisma.
"La familia autoriza los procedimientos preparativos para la donación de órganos", indicó el perfil de Lula en Facebook, después de que los médicos constataran "la ausencia de flujo cerebral". Las cuentas del ex presidente en las redes sociales colgaron una foto suya al lado de Marisa Letícia.
Varios políticos expresaron sus condolencias a Lula, aun antes de que se diera a conocer oficialmente la muerte de la ex primera dama. Según el diario "Estado de Sao Paulo", el hospital procedió ya a desconectar los aparatos que la mantenían con vida.
"Hoy (ayer) es un día triste para todos nosotros", escribió la ex presidenta y discípula de Lula Dilma Rousseff en un comunicado, en el que calificó a Marisa Letícia como una "mujer de fibra, que conquistó su espacio y tuvo un papel político importante".
El ex presidente Fernando Henrique Cardoso visitó a Lula en el hospital paulista. Varios ex ministros y compañeros de su partido acompañaron también a Lula da Silva en el centro médico.
La salud de la ex primera dama había empeorado el miércoles, después de que los médicos constataron un día antes una leve mejoría y la sacasen incluso momentáneamente de un coma inducido.
Marisa Letícia y Lula se casaron en segundas nupcias en 1974 después de conocerse en el sindicato metalúrgico paulista, ambos como jóvenes viudos, y tuvieron tres hijos juntos. Ambos tenían un hijo cada uno de relaciones anteriores.
De orígenes pobres y descendiente de inmigrantes italianos asentados en el estado de Sao Paulo, Marisa Letícia acompañó a Lula durante toda su trayectoria política desde sus inicios como aguerrido sindicalista obrero en los años 70 hasta su llegada a la presidencia en enero de 2003.
La esposa de Lula participó también en la fundación del Partido de los Trabajadores (PT) en 1980. La casa de la pareja en Sao Paulo albergaba en esa época a menudo reuniones de sindicalistas y opositores a la dictadura brasileña (1964-1985). Lula la llamaba cariñosamente "galega", como se denomina a las personas de piel blanca y ojos claros en varias regiones de Brasil.
