Trump y Merkel protagonizan un tirante primer encuentro
Los temas de inmigración y de seguridad fueron abordados en esta primera reunión

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la canciller alemana, Angela Merkel, reconocieron ayer los desacuerdos que marcaron el comienzo de su relación y trataron de acercar posturas respecto a la OTAN y Ucrania, en un frío primer encuentro entre dos líderes con ideas casi opuestas sobre el mundo.
La jornada de reuniones en la Casa Blanca no logró acabar con la profunda brecha entre Merkel y Trump, quien contradijo a la Canciller en todo tipo de temas, desde el futuro de la Unión Europea (UE) y la OTAN hasta la inmigración y los refugiados, pasando por el comercio, el acuerdo nuclear con Irán o la relación con Rusia.
Ambos trataron de limar tensiones y encontrar puntos en común, pero no ocultaron sus diferencias en temas clave y tampoco dieron la impresión de haber conectado a nivel personal.
"Es mucho mejor hablar el uno con el otro y no el uno sobre el otro, y creo que nuestra conversación ha demostrado esto", dijo Merkel en una conferencia de prensa después de la reunión, la primera que mantuvo en persona con Trump.
El lenguaje corporal de los líderes hablaba por sí solo, y la anécdota del día tuvo lugar cuando los fotógrafos entraron en el Despacho Oval y Merkel le preguntó a Trump si quería darle la mano, a lo que el Presidente estadounidense no respondió.
Trump, conocido por sus efusivos apretones, sí le dio la mano a Merkel a su llegada a la Casa Blanca, y se aseguró de elogiar a la Canciller por "su liderazgo a la hora de apoyar a la OTAN, sus esfuerzos en Afganistán" y sus contribuciones a la lucha contra el yihadista Estado Islámico (EI).
Pero el comentario con el que Trump cerró la conferencia de prensa dejó clara su escasa conexión con la Canciller alemana.
"Sobre las escuchas telefónicas de la anterior Administración, al menos tenemos algo en común, quizá", afirmó Trump al ser preguntado por sus denuncias de que el ex presidente Barack Obama (2009-2017) ordenó espiar sus comunicaciones en su torre de Nueva York el año pasado.
El mandatario trataba así de explotar uno de los puntos débiles en la cercana relación que Merkel mantuvo con Obama: la revelación de que un teléfono móvil de la Canciller alemana fue intervenido por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) entre 2002 y 2012.
Trump también reconocía implícitamente, sin embargo, que no tiene mucho en común con Merkel, como demostró al defender frente a ella su política dura contra la entrada a Estados Unidos de refugiados e inmigrantes de ciertos países, algo que la Canciller criticó.
"La inmigración es un privilegio, no un derecho, y la seguridad de nuestros ciudadanos debe ser siempre lo primero, sin cuestionamientos", subrayó Trump durante la conferencia de prensa.
México pide a empresas evitar construir muro
El canciller de México, Luis Videgaray, pidió ayer un "examen de conciencia" a las empresas mexicanas que quieren participar en la construcción del muro en la frontera con EE.UU. que impulsa el presidente Donald Trump.
"Es pertinente que quien vea en este hecho una oportunidad económica haga un examen de conciencia, porque aquí no estamos hablando de una oportunidad económica, sino de un acto profundamente inamistoso", dijo.
Videgaray remarcó que en México se respeta la "libertad económica" y los derechos de "empresas y personas", pero ello no exime a las compañías a "escuchar" el sentir general en temáticas como la polémica construcción de un muro a lo largo de toda la frontera común con Estados Unidos.