Vuelven las bombas a la ciudad de Jan Sheijun

Aviones de guerra no identificados atacaron ayer la ciudad siria de Jan Sheijun, que a principios de esta semana sufrió un presunto ataque químico, informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que reportó 15 civiles muertos en otro bombardeo a las afueras de Al Raqqa, bastión del Estado Islámico.

En el nuevo bombardeo contra Jan Sheijun, murió al menos una mujer y se registró otro civil herido. El ataque alcanzó la parte oriental de la ciudad de la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, que se encuentra bajo control rebelde.

El bombardeo llega un día después de que Estados Unidos lanzase decenas de misiles contra la base aérea del Gobierno sirio desde la que supuestamente partió el ataque químico contra Jan Sheijun, en el que murieron 87 civiles, entre ellos 31 niños. El Ejército sirio niega ser responsable del ataque químico.

Se trató del primer ataque directo de Estados Unidos contra el Ejército del presidente Bashar al Assad desde que comenzó la guerra civil siria. Y Washington no descartó nuevas acciones en Siria. "Estamos preparados para más, pero esperamos que no sea necesario", dijo la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, en la tarde del viernes. El presidente sirio Bashar al Assad no debe poder utilizar nunca más armas químicas, añadió.

Precisamente Turquía volvió a pedir a Estados Unidos que vaya más allá, después de que la víspera el presidente Recep Tayyip Erdogan calificara el ataque como una medida "positiva" pero insuficiente. El ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, reiteró que se necesitan más medidas para echar a Al Assad del poder, le citó la agencia de noticias Anadolu. Además pidió la formación de un gobierno de transición lo antes posible que celebre elecciones, así como la creación de zonas de seguridad en el país.

Por su parte, Rusia reiteró sus críticas al ataque estadounidense. La portavoz del Ministerio de Exteriores, Maria Zajarova, habló de uno de los "momentos más difíciles de las relaciones bilaterales" de Washington y Moscú. "Si hay algo previsible en Estados Unidos es la imprevisibilidad de su política exterior", dijo a la televisión estatal rusa.

De forma similar se pronunció el presidente iraní, Hassan Rohani, otro aliado del Gobierno sirio, que calificó el ataque de violación del derecho internacional y aseguró que el mandatario estadounidense, Donald Trump, demostró así lo peligroso e impredecible que es.

La tensión de Moscú con Reino Unido, uno de los países que apoyó firmemente la acción de Trump quedó en evidencia después de que el ministro británico de Exteriores, Boris Johnson, anunciara la cancelación de su viaje previsto a Moscú el próximo lunes. "Los acontecimientos en Siria han cambiado totalmente la situación", señaló Johnson en un comunicado dos días antes de la prevista visita.

Tras conocer la noticia, Zajarova, acusó a Johnson de "inventar razones absurdas para cancelar" el viaje.

Quien sí irá a Moscú el próximo miércoles, según lo previsto, es el secretario de Estado norteamericano Rex Tillerson, que se reunirá con su homólogo Serguei Lavrov. "Lo escucharemos y le haremos preguntas sobre el ataque", dijo la portavoz rusa Zajarova.

Las conversaciones girarán también sobre la lucha contra el terrorismo internacional. "Estamos dispuestos a colaborar incluso en uno de los momentos más difíciles de la relación bilateral", añadió.

Estados Unidos y una serie de países occidentales responsabilizan al Gobierno sirio del supuesto ataque químico del martes, aunque no publicaron pruebas al respecto y Damasco lo niega. Rusia, por su parte, aseguró que el ataque partió de un bombardeo de aviones rusos pero contra un arsenal químico que pertenecía a los rebeldes. Estos también lo negaron.

Sobre la dimensión de los daños del ataque estadounidense hay información contradictoria. Según los analistas, los aviones de combate sirios reanudaron sus bombardeos aéreos desde la base atacada en Al Shairat, en la provincia de Homs, menos de 24 horas después. Pero el gobernador de la provincia había asegurado que la base aérea atacada había resultado gravemente dañada.Ovil virices cae furs pultiam idetorum no. Nam re merum terei in int.

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Trump descansa tras una semana muy agitada

El presidente estadounidense, Donald Trump, jugó al golf ayer en su ya tradicional retiro de fin de semana en Florida con la tranquilidad de haber acallado con su ataque en Siria las rencillas en su equipo, la baja popularidad y los difíciles momentos en el Congreso.

La primera acción militar directa de Estados Unidos contra el régimen sirio por el supuesto uso de armas químicas granjeó a Trump el apoyo de líderes demócratas, comentaristas televisivos, socios europeos y monopolizó la atención en un momento especialmente complicado para el mandatario.

Las 63 horas que pasaron entre las primeras noticias de un ataque con armas químicas con más de 80 muertos civiles en Jan Sheijun, en la provincial de Idleb y bajo control de fuerzas rebeldes, y la lluvia de 59 misiles Tomahawks en una base aérea siria marcaron un punto de inflexión para Trump.

Con la nueva escalada militar en Siria, que podría evolucionar hacia una estrategia más intervencionista en esa guerra civil, también se acallaron las investigaciones sobre si la campaña de Trump se coordinó con emisarios del presidente ruso, Vládimir Putin, para minar la posibilidad de que la candidata demócrata, Hillary Clinton, se impusiera en las elecciones.