Países del G-7 preocupados por Siria y el respaldo ruso a Al Asad
Gobiernos del sur europeo respaldan acciones de EEUU contra el régimen de Damasco

La crisis en Siria y las relaciones de la comunidad internacional con Rusia acapararon ayer la atención de los ministros y representantes en materia de Asuntos Exteriores del G7, más la representación de la Unión Europea, reunidos en la ciudad italiana de Lucca.
Las conversaciones se mantuvieron a puerta cerrada y versaron especialmente sobre Siria, donde desde el inicio de la guerra en 2011 murieron más de 320 mil personas, según los cálculos más conservadores, y más de 12 millones abandonaron sus hogares.
La crisis en Siria preocupa a los países del G7, pero también el incondicional apoyo del Kremlin, especialmente después del ataque químico del 4 de abril por parte del régimen de Bachar al Asad, que fue contestado por Estados Unidos con el bombardeo con misiles de crucero Tomahawk sobre una base siria.
"El apoyo de Rusia (al régimen de Bachar al) Asad centra las conversaciones" de estos días, confirmó el ministro de Reino Unido, Boris Johnson, en un mensaje en la red social Twitter.
Johnson, además, declaró a la prensa que el G7 de Exteriores valorará imponer sanciones contra Siria y Rusia.
Rusia "tiene dos opciones: estar al lado del régimen de Bachar al Asad o trabajar con el resto del mundo para encontrar una solución política para Siria", opinó.
Si Moscú sigue apoyando al Gobierno de Damasco, podría volver a ser objetivo de sanciones internacionales contra algunos miembros del Ejército, manifestó Johnson ante periodistas.
"Hablaremos de la posibilidad de nuevas sanciones, seguramente contra algunos miembros del Ejército sirio y también contra algunos del Ejército ruso", dijo Johnson.
Además de la reunión conjunta, los ministros del G7 también celebraron encuentros bilaterales a puerta cerrada.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, afirmó que su país pedirá responsabilidades a todos aquellos estados que causen "daños a inocentes en cualquier parte del mundo" y culpó a Rusia de nuevo por no evitar el supuesto ataque químico del régimen sirio que causó la muerte de al menos 87 personas.
Aunque Siria fue el eje central de esta cita que anticipa la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G7 del próximo mayo en la ciudad siciliana de Taormina, no es el único tema incluido en la agenda.
También está la amenaza del yihadismo y cómo combatir al grupo terrorista Estado Islámico, la inestabilidad en Libia, la crisis migratoria, la crisis en Ucrania, la voluntad de Corea del Norte de implementar su programa nuclear y balístico, la situación en Irak y la incorporación plena de Irán en la comunidad internacional.
Estados Unidos sigue apoyando la creación de zonas de seguridad en Siria y no descarta para ello una colaboración con Rusia, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, en Washington.
Spicer dijo que la gente en Siria no quiere abandonar su tierra, sino que pide más seguridad. "Desescalar el conflicto y mantener en jaque al EI son el mayor alivio humanitario que podemos prestar", dijo Spicer.
Por su parte, Alemania insiste en la necesidad de reemplazar al Presidente sirio para poder acabar con la guerra civil que asola Siria desde hace más de seis años.
La canciller alemana, Angela Merkel, y el Gobierno alemán están convencidos, en vista de los crímenes cometidos por el mandatario contra su propio pueblo, de que "la solución pacífica del conflicto en Siria no es concebible a la larga con Al Assad en el poder", dijo el portavoz gubernamental germano, Steffen Seibert.
"No sería realista pensar o esperar que su presidencia acabase mañana", matizó. El Ejecutivo germano emprenderá las medidas necesarias para la puesta en marcha de un proceso de transición, aseguró Seibert.
Países del sur de la Unión Europea apoyan a Estados Unidos
El reciente ataque de Estados Unidos a una base aérea en Siria tuvo la "intención comprensible" de impedir el uso de armas químicas en el país árabe, sostuvieron ayer siete Estados del sur de la Unión Europea (UE) en una cumbre regional en Madrid.
"Los países del sur de la UE condenamos en los términos más vigorosos el ataque aéreo con armas químicas en Siria", dijo el presidente del Gobierno español y anfitrión de la cumbre, Mariano Rajoy.
Tras ese incidente, continuó Rajoy, los siete países coincidieron en que "el ataque lanzado por Estados Unidos contra la base de Shayrat, en Siria, tenía la intención comprensible de impedir y evitar la distribución y el uso de armas químicas".
La declaración leída por el Mandatario insiste en condenar "el uso reiterado de armas químicas en Siria" por parte del gobierno del presidente Bashar Al Assad y por parte de la milicia radical Estado Islámico y recuerda que "constituyen crímenes de guerra" que deben ser sancionados en la ONU.
La escalada de tensión en Siria fue uno de los temas de la tercera cumbre de líderes del grupo, en la que participaron, además de Rajoy, el francés François Hollande, el italiano Paolo Gentiloni, el griego Alexis Tsipras y el portugués Antonio Costa.
También Hollande aludió al ataque estadounidense en términos similares. "Lo entendimos, porque tenía que haber una respuesta", dijo en la rueda de prensa. "Pero también tenemos que aprovechar esta situación para que Siria entienda que tiene que haber una transición política, para que los rusos entiendan que no pueden decidir el futuro del país junto con Irán", añadió.
También la unidad frente al "brexit" (la salida del Reino Unido de la UE) quedó de manifiesto en la declaración final y en las intervenciones de algunos de los dirigentes al termino de la cumbre.
"Lamentamos, pero respetamos la decisión del Reino Unido (...), recalcamos la vigencia de los principios comunes (...), reiteramos la importancia de mantener la unidad de los 27 y preservar la unidad de la UE en la negociación".