Macron y Le Pen van a la segunda vuelta: Francia
Los sondeos anticipan que Macron podría ganar el próximo 7 de mayo
Emmanuel Macron y Marine Le Pen. Un socioliberal y una ultraderechista. Dos concepciones de Francia y Europa radicalmente opuestas se enfrentarán en la segunda vuelta de las presidenciales, que dieron un histórico portazo a los dos grandes partidos tradicionales.
Los encuestadores durmieron tranquilos. Los pronósticos por una vez acertaron y fueron dos autoproclamados antisistema quienes medirán sus fuerzas dentro de dos semanas, el 7 de mayo, con ventaja aparente para Macron.
El socioliberal se hizo, según él mismo anunció, con la victoria en la primera ronda. Tras lograr la proeza de pasar en un año de ser un Ministro de Economía poco conocido al candidato más votado en las elecciones, pretende ahora convertirse, a los 39 años, en el jefe de Estado más joven de la V República.
Pese a que sus detractores se empeñan en pintarle como el heredero del impopular presidente François Hollande, lo cierto es que Macron tocó una tecla en el electorado francés.
Su imagen fresca y su propuesta de ruptura para "desbloquear" los anquilosados cimientos de la sociedad gala han calado sobre todo entre el electorado con mayor nivel educativo y en las ciudades.
"En un año hemos cambiado la cara de la política francesa", dijo un eufórico Macron ante sus partidarios en el Palacio de Congresos de la Puerta de Versalles de París.
A la cabeza del movimiento "En Marcha" creado a su imagen y semejanza -lleva las iniciales de su nombre-, el socioliberal enarbola un discurso que trasciende las barricadas ideológicas con el que pretende aglutinar a sus compatriotas.
"Nuestro país atraviesa un momento inédito marcado por el terrorismo, el déficit, el sufrimiento social y ecológico, y ha respondido votando masivamente y decidido a situarme en cabeza de la primera vuelta", dijo.
Con el mismo afán antisistema, Le Pen alcanzó, con mayor sufrimiento del que parecía hasta hace sólo un mes, la segunda vuelta, la misma frontera a la que su padre Jean-Marie llevó las ideas ultraderechistas del Frente Nacional (FN) en 2002.
En Hénin-Beaumont, ciudad del deprimido norte del país que convirtió la abogada en su feudo electoral, Le Pen lanzó un discurso patriótico y populista en el que proclamó: "Hemos superado la primera etapa que llevará a los franceses al Elíseo".
No desaprovechó un momento para cargar contra Macron, y se felicitó de enfrentarse al ex ministro en la segunda vuelta para escenificar "el gran desafío de estas elecciones: la globalización salvaje".