Maduro le dice adiós a la OEA y acusa a Almagro de malversación
Nueva marcha de la oposición pide la liberación de los políticos presos

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, de haber malversado fondos del organismo continental para agredir a la nación petrolera, según la carta que el mandatario envió al uruguayo difundida ayer.
En la carta oficial de denuncia para salir de la organización, Maduro asegura que su Gobierno, que inició ayer los trámites para retirarse de la OEA, concurrió a "los distintos foros e instancias burocráticas" del bloque para exponer la realidad del país que "dista enormemente de la puesta en escena y los falsos positivos" que, afirma, ha "construido, aplaudido y publicitado" Almagro.
Esto, dijo el jefe de Estado venezolano, "utilizando los recursos que la Organización tiene para supuestamente cumplir con los cometidos contenidos en su Carta, y conformando incluso un expediente de malversación al utilizar recursos para agredir a mi país".
Según, Maduro "muchos otros estados, padecen y se quejan" del "desvío y pérdida de sentido" de la OEA, un mecanismo que, aseguró, se ha convertido en un "vehículo de intervenciones abiertamente lesivas de los principios y del estado de derecho", así como en un "instrumento infame al servicio de los intereses hegemónicos imperiales".
En su carta, el Presidente venezolano reitera que Almagro ha desempeñado "la peor de las actuaciones jamás conocida" en la historia de la organización desde donde, afirma, se adelanta un "doloso plan de intervencionismo y tutelaje" para derrocar a su gobierno.
Por ello, mediante esta misiva, añade, el país caribeño entregó su "indeclinable manifiesto de denuncia a la Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA), para que cesen sus efectos internacionales", aunque esta decisión no será efectiva hasta dentro de dos años, en 2019, según la normativa del organismo.
En Twitter, Almagro respondió: "Reiteramos: salida d OEA no es la solución, lo es la redemocratización del país" (sic).
La decisión de Maduro, no obstante, no interfirió en las movilizaciones.
Los políticos presos en Venezuela fueron ayer el punto en la agenda de protestas de la oposición de ese país que acudió hasta la prisión donde está recluido Leopoldo López, uno de los opositores encarcelados más emblemáticos del antichavismo, para pedir su libertad.
Cientos de opositores, entre ellos diputados y familiares de López, intentaron llegar en una marcha hasta el Centro de Procesados Militares de Ramo Verde, a las afueras de Caracas, para pedir allí la liberación del fundador de Voluntad Popular y del centenar de políticos recluidos en otros centros del país.
En Ramo Verde también hay unos 30 "presos políticos", según dijo Oriette Schadendorf Capriles, quien también participó en la marcha y que es hija del también encarcelado alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, quien ahora se encuentra bajo arresto domiciliario.
La Comisión de Política Interior de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) venezolana celebró una sesión desde el lugar y aprobó un manifiesto sobre la supuesta "violación" de los derechos humanos de la que, aseguran, son víctimas los políticos presos en el país.
"En la Venezuela de hoy hay más de 500 personas privadas de libertad, cada tortura recibida, cada maltrato, cada prisión que hay hoy (...) es violación de los derechos humanos. Tenemos que dejar constancia", dijo la presidenta de la comisión, la opositora Delsa Solórzano.
El manifiesto, que fue aprobado con el voto de los opositores de la comisión, será luego sometido a un debate del pleno para que finalmente, afirmó Solórzano, pueda elevarse a la Corte Penal Internacional.
Por su parte, Lilian Tintori, la esposa de López, reiteró su denuncia de que el político continúa en un régimen de aislamiento que lo mantiene incomunicado, incluso de sus abogados.
"Tenemos un mes sin ver a Leopoldo, sin escuchar su voz, sin una llamada familiar, sin saber nada de él", dijo.