Corea del Norte decide redoblar programa de pruebas nucleares
Pyongyang busca situarse al mismo nivel militar que otras potencias occidentales

El régimen de Corea del Norte aseguró ayer que redoblará sus esfuerzos para potenciar aún más su programa nuclear y de misiles, y así situarse militarmente al nivel de Estados Unidos, en respuesta a la "provocación feroz" de las sanciones impuestas por la ONU.
El régimen de Kim Jong-un quiso lanzar un mensaje muy contundente a la comunidad internacional en el que en lugar de achicarse por las medidas de presión impuestas el lunes prometió que incrementará sus esfuerzos militares.
A través de un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores norcoreano criticó duramente las sanciones y las calificó como "una provocación atroz destinada a privar a la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial del país) de su legítimo derecho a la autodefensa y a sofocar por completo a su Estado y a su pueblo mediante un bloqueo económico a gran escala".
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad un nuevo paquete de sanciones destinadas a ahogar económicamente a Corea del Norte en respuesta a su última prueba nuclear y que incluyen limitaciones sobre sus importaciones de petróleo, además de prohibir sus exportaciones de textiles.
En la primera reacción oficial desde Pyongyang, que rechaza "categóricamente" las sanciones propuestas por EE.UU., se sostiene que estas duras medidas punitivas sólo servirán para que Pyongyang "verifique que el camino que adoptó es absolutamente correcto" en relación a su condenado programa nuclear y de misiles.
En este sentido, Corea del Norte promete "llevar su lucha hasta el final" y asegura que "redoblará sus esfuerzos para incrementar la fortaleza que permite proteger la soberanía y el derecho a existir", señala el comunicado recogido por la agencia estatal KCNA.
Pyongyang, que culpa a Washington de esta situación, advierte que para mantener "la paz y la seguridad en la región" es necesario establecer "una situación de equilibrio" militar con EE.UU., lo que supone una apuesta por seguir incrementando sus capacidades de defensa.
A pesar de su dureza, las sanciones son menos drásticas de lo que pretendía inicialmente Estados Unidos, que reclamaba la prohibición total de que los países miembros de la ONU vendieran a Corea del Norte gas, petróleo y productos petroleros refinados.
Rusia y China, con derecho a veto sobre las resoluciones del Consejo de Seguridad, habían expresado su oposición a algunos de los puntos de la propuesta, por lo que se abrió una ronda de negociaciones que llevó a suavizar las medidas de presión y a limitar las ventas de crudo al país en lugar de prohibirlas.
En este sentido, el presidente estadounidense, Donald Trump, calificó las nuevas medidas como "otro paso muy pequeño".
ONU ve ocasión para diplomacia en la crisis
El secretario general de la ONU, António Guterres, aseguró que la unidad en el Consejo de Seguridad en torno a Corea del Norte ofrece una "oportunidad" para la diplomacia y urgió a aprovecharla.
"La solución solo puede ser política", dijo Guterres y aseguró que está dispuesto a mediar si las partes se lo solicitan.
El diplomático portugués insistió en que una "acción militar" contra el país asiático tendría consecuencias devastadoras.
Guterres opinó que las pruebas nucleares y con misiles norcoreanas crearon una "gran inestabilidad", pero consideró "clave" la unidad demostrada por el Consejo de Seguridad de la ONU en su respuesta.
El máximo órgano de decisión de la organización impuso esta semana nuevas sanciones a Corea del Norte con una resolución adoptada por unanimidad y que, según el secretario general, envía un "claro mensaje" a Pyongyang sobre la necesidad de que cumpla con sus obligaciones.