Cataluña retrocede y posterga independencia
El presidente catalán, Carles Puigdemont, dijo que asumía el "mandato" del referéndum pero propuso suspender sus efectos
El presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, afirmó ayer que asume el "mandato del pueblo" para que "Cataluña se convierta en un estado independiente en forma de república", pero seguidamente propuso "suspender los efectos de la declaración de independencia" para abrir la puerta al diálogo.
La reacción del Gobierno de España vino horas después de la mano de su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, quien anunció que hoy, miércoles, se celebrará una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros en la que estudiará la aplicación de las medidas que sean necesarias para afrontar lo tratado en el Parlamento catalán.
En una comparecencia con una hora de retraso ante el pleno del Parlamento autonómico y en un discurso de cerca de media hora, Puigdemont evitó optar por la vía más directa a la independencia, en un intento de "'desescalar' la tensión" con el Estado, un "gesto de generosidad y responsabilidad", dijo, con el que espera "abrir un tiempo de diálogo" durante las próximas semanas.
"Asumo presentarles los resultados del referéndum ante todos ustedes y ante nuestros conciudadanos, el mandato del pueblo para que Cataluña se convierta en un Estado independiente en forma de república", aseveró, dejó la frase en suspensivo y fue interrumpido al instante por aplausos de la bancada independentista de la Cámara.
Tras remitir los aplausos, y acto seguido, el Presidente de Cataluña añadió: "Con la misma solemnidad el Govern –Gobierno catalán– y yo proponemos que el Parlament suspenda los efectos de la declaración de independencia para que en las próximas semanas se emprenda el diálogo".
Puigdemont dijo que es el momento en el que la UE se debe "implicar a fondo" e indicó que existe "un ruego por el diálogo que recorre Europa".
Tras ello, el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, se reunió en el Palacio de la Moncloa con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta del Ejecutivo anunció la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros, al tiempo que calificó la intervención del Presidente de Cataluña como "el discurso de una persona que no sabe dónde está, adónde va ni con quién quiere ir".
En todo caso, Sáenz de Santamaría advirtió que el Ejecutivo no puede aceptar que se dé validez al referéndum del 1 de octubre ni que se constate por parte de nadie en el Parlamento de Cataluña que la mayoría de los catalanes quiere un Estado independiente.
Proyecto sufrió un golpe por falta de apoyo internacional
Cataluña celebró el 1 de octubre un polémico referéndum en el que el "sí" a la ruptura con España ganó con un 90 por ciento, según el "Govern". Los partidarios del "no" boicotearon la consulta, que había sido suspendida por el Tribunal Constitucional español y se llevó a cabo sin garantías mínimas.
Pese al supuesto éxito en el referéndum, el plan soberanista fue sufriendo varios golpes los últimos días por la falta de apoyo internacional, la catarata de grandes empresas que vienen abandonando Cataluña por la incertidumbre y las masivas marchas contra la independencia celebradas el fin de semana.
La Unión Europea (UE) volvió a recordar que una Cataluña independiente quedaría fuera del bloque y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, urgió a Puigdemont "a no anunciar una decisión que haría imposible el diálogo".
Desde Washington, el economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Maurice Obstfeld, admitió la "preocupación" por la crisis y alertó de que podría tener efectos colaterales.