Frustrado ataque en estación de autobuses inquieta a Nueva York
La Policía detuvo al sospechoso, un hombre de origen árabe y simpatizante extremista
Un ataque terrorista en la principal estación de autobuses de Nueva York dejó ayer cuatro heridos, entre ellos el presunto autor del atentado, Akayed Ullah, un joven de 27 años y de origen bangladeshí que fue detenido tras la explosión.
En plena hora punta, el sospechoso hizo detonar un artefacto casero en un túnel que conecta la terminal de autobuses de la Autoridad del Puerto de Nueva York con el metro suburbano de la plaza de Times Square, según las autoridades.
El atacante había jurado lealtad al grupo terrorista Estado Islámico (EI).
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo que se cree que el hombre fabricó el artefacto siguiendo instrucciones obtenidas en internet y explicó que solamente estalló el detonante químico del explosivo, "pero no la bomba en sí", por lo que no tuvo "el efecto deseado".
De los cuatro heridos, Ullah fue el que registró lesiones de mayor importancia, con quemaduras y laceraciones en las manos y en el abdomen, mientras las otras tres víctimas sufrieron daños leves causadas por la detonación, incluyendo dolores de cabeza y en los oídos.
El alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, y el gobernador Cuomo ofrecieron una rueda de prensa en la que confirmaron la motivación terrorista del ataque.
De Blasio aseguró que "el individuo no tuvo éxito en su propósito" y agradeció a los servicios de emergencia su rápida respuesta y coordinación.
El artefacto estalló en un túnel que conecta la terminal de autobuses de la Autoridad del Puerto de Nueva York y Nueva Jersey con las estaciones del metro de Times Square.
El servicio del metro, que usan a diario seis millones de personas, sufrió alteraciones por la explosión, pero dos horas después la circulación de trenes se había recuperado casi al completo.
"Seamos claros: como neoyorquinos, nuestras vidas giran en torno al metro, y es por eso que cuando oímos que ha habido un ataque en el metro, se convierte en algo increíblemente perturbador", declaró De Blasio, quien descartó que hubiese una amenaza activa en la ciudad.
Horas después el presidente Donald Trump reclamó el fin del reagrupamiento familiar, por el que entró el sospechoso, y clamó por un endurecimiento legislativo. "Entra demasiada gente peligrosa", dijo.