Argentina: Justicia afirma que ex fiscal fue asesinado
Sospecha de uno de sus principales y cercanos colaboradores

La Justicia dictaminó ayer que el fiscal argentino Alberto Nisman, cuyo cadáver fue hallado en enero de 2015 con un disparo en la cabeza, fue asesinado y, por ese motivo, decidió el procesamiento de un colaborador del funcionario que era el dueño del arma usada en el hecho.
"A Nisman lo habrían matado con el arma de Diego Lagomarsino y éste, a la vez, fue la última persona que ingresó al departamento del fiscal" antes de ser encontrado muerto, afirmó el juez federal Julián Ercolini en un fallo difundido por el Centro de Información Judicial (CIJ).
Ercolini procesó a Lagomasino por "el delito de homicidio simple agravado por el uso de armas de fuego en calidad de partícipe necesario". Además, dictó en su contra un embargo de 15 millones de pesos (818.000 dólares).
Aunque no ordenó su detención, el juez dispuso que el imputado continúe siendo monitoreado por medio de un tobillera con GPS. Además, no podrá alejarse más de 100 kilómetros de su vivienda durante 24 horas y deberá presentarse cada 15 días en el juzgado.
El juez también procesó a cuatro de los custodios que tenía Nisman por considerar que incurrieron en el delito de "incumplimiento de los deberes de funcionario público y encubrimiento agravado". A todos también les dictó un embargo y les impidió salir del país.
"Estoy muy nervioso, muy tenso, pero creo que tarde o temprano se va a resolver" la situación judicial, expresó Lagomarsino a la prensa minutos después de conocer su procesamiento.
Lagomarsino recibió la noticia de su procesamiento mientras era entrevistado en el canal Crónica TV, de Buenos Aires.
Para el juez, la muerte de Nisman, que llevaba más de una década al frente de la investigación del atentado terrorista a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), cometido en Buenos Aires en 1994, "no obedeció a un suicidio" sino que "habría sido producida por terceras personas en forma dolosa" y con el arma de Lagomarsino.
El 14 de noviembre pasado, cuando declaró en los tribunales federales de Buenos Aires, Lagomarsino ratificó que le había entregado a Nisman una pistola Bersa Thunder calibre 22 que tenía en su casa porque el fiscal, dijo, se sentía inseguro pese a que era custodiado por más de una decena de personas y vivía en Puerto Madero, uno de los barrios más vigilados de Buenos Aires.
Cuatro días antes de su muerte Nisman había denunciado a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), su canciller Héctor Timerman y otros dirigentes por supuesto encubrimiento de los iraníes acusados por la Justicia argentina del atentado a la AMIA, que causó 85 muertos y cientos de heridos.