Ecuador busca solución al encierro de Assange
La situación del fundador del portal político WikiLeaks es "insostenible"
Ecuador analiza la posibilidad de que un tercer país o una personalidad medie en la búsqueda de una solución definitiva al caso de Julian Assange, cuya situación en Londres, humanamente, "no es sostenible", reveló ayer la canciller ecuatoriana, María Fernanda Espinosa.
La titular de la diplomacia ecuatoriana señaló que ningún asunto "emblemático" sobre asilo a nivel mundial, como el del australiano Julian Assange, se resolvió sin la cooperación de las naciones involucradas e incluso, a veces, se ha requerido la intervención de un tercer país, recordó.
"Tenemos un enorme interés de lograr una solución definitiva para el caso Assange y para que eso ocurra, estamos en permanente diálogo con el Gobierno del Reino Unido (...) y estamos explorando varias opciones para encontrar una salida a esta situación", dijo en una reunión con la prensa extranjera en la sede de la Cancillería.
Espinosa apuntó que están "considerando también y explorando la posibilidad de una mediación" y, sin profundizar en detalles, señaló que la mediación que estudian puede ser de un tercer país o de una personalidad.
"Estamos explorando alternativas, pero creemos que realmente hay que empujar un poquito el asunto y buscar soluciones. Ninguna solución se logrará sin la cooperación internacional y sin la cooperación del Reino Unido que, además, se ha mostrado interesado en buscar una salida", subrayó.
Assange cumplió el verano pasado cinco años resguardado en la sede diplomática ecuatoriana en Londres, donde se encuentra asilado desde el 19 de junio de 2012.
Ese día, el entonces canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, leyó en Quito una carta enviada por Assange a Rafael Correa, entonces presidente del país, en la que le solicitaba el asilo.
"La persecución de la que soy objeto en distintos países deriva no sólo de mis ideas y mis acciones sino de mi trabajo al publicar información que compromete a los poderosos, de publicar la verdad y con ello desenmascarar corrupción y graves abusos a los derechos humanos alrededor del mundo", decía en la carta leída por Patiño.
El activista era requerido desde 2010 por las autoridades suecas debido a las acusaciones, que él niega, de dos mujeres por supuesto abuso sexual pero Suecia archivó la causa al no poder avanzar en la investigación.