Chile: Papa pide perdón por abusos de sacerdotes
Pidió a los fieles no dejarse influenciar por el creciente consumismo
El papa Francisco quiso pedir perdón en Chile y dijo sentir "dolor y vergüenza" por "los daños irreparables" causados a los niños víctimas de los abusos sexuales por parte del clero chileno.
En los días previos a la visita se reavivó la polémica por los casos de pederastia en la Iglesia y desde diferente sectores se había pedido un gesto del Pontífice argentino con las víctimas de los abusos.
Francisco aprovechó su primer discurso a las autoridades en la sede del ejecutivo, la Casa de la Moneda, para manifestar "el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia".
"Me quiero unir a mis hermanos en el episcopado, ya que es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se vuelva a repetir", dijo Francisco aunque no citó la palabra abusos.
Tras ello, siguen pidiendo la destitución del obispo chileno de Osorno, Juan Barros, nombrado por el Papa argentino, por sus vinculaciones con el encubrimiento de abusos sexuales del sacerdote Fernando Karadima.
Francisco, que llegó el lunes a Santiago de Chile, comenzó su agenda oficial con el discurso a las autoridades chilenas, a quienes pidió que escuchen a los pueblos originarios, en un momento de duras reivindicaciones por parte del pueblo mapuche.
En el patio de los Naranjos habló Bachelet y después tomó la palabra Francisco que instó a los mandatarios a cuidar a los pueblos originarios "frecuentemente olvidados y cuyos derechos necesitan ser atendidos y su cultura cuidada para que no se pierda la identidad y riqueza de esta nación".
Francisco celebró ayer una multitudinaria misa ante más de 400 mil personas en el parque O'Higgins de Santiago durante la cual elogió la capacidad de reconstrucción del pueblo chileno y emplazó a los fieles de este país, el que menos confía en la Iglesia, a no "adormecerse en un consumismo tranquilizante".
"¡Cuánto conoce el corazón chileno de reconstrucciones y de volver a empezar; cuánto conocen ustedes de levantarse después de tantos derrumbes!", dijo el Pontífice en alusión a las catástrofes que cada cierto tiempo golpean a este país, uno de los más sísmicos y volcánicos del mundo.
En el mismo escenario donde en 1987, durante la dictadura del general Augusto Pinochet, ofició misa Juan Pablo II ante más de un millón de fieles, Jorge Mario Bergoglio elogió "a aquellos que son capaces de ensuciarse las manos y trabajar para que otros vivan en paz" y a quienes "se esfuerzan por no sembrar división".
La homilía del sumo Pontífice encontró eco en el cardenal chileno Ricardo Ezzati, quien casi al final de la misa recordó los incidentes ocurridos en ese lugar durante la visita de Karol Wojtyla hace 30 años, cuando Chile vivía bajo la dictadura.
"Aquí, mientras las bombas lacrimógenas intentaban apagar el entusiasmo de la gente, las manos de presbíteros, sacerdotes y laicos se alzaban para detener la barbarie e implorar la paz, en un país que tiene por vocación el entendimiento y no el enfrentamiento", dijo.
Las palabras de Ezzati, arzobispo metropolitano de Santiago investido cardenal por Jorge Mario Bergoglio en 2014, aludían a los disturbios que se produjeron durante la masiva misa de 1987, cuando cientos de personas que se manifestaban contra el régimen militar fueron dispersadas por la Policía.
"En este lugar se escuchó fuerte y vigorosa la palabra de un profeta enviado por Dios: ¡El amor es mas fuerte, el amor es mas fuerte!", dijo Ezzati recordando la reacción de Juan Pablo II.
La presencia en la misa de ayer del cuestionado obispo de la diócesis chilena de Osorno, Juan Barros Madrid, acusado de encubrir abusos sexuales, desató la polémica en las redes sociales y círculos políticos y religiosos, donde se cuestionó la sinceridad del perdón que pocas horas antes había ofrecido el Pontífice a las víctimas de abusos sexuales.
También, el Papa se encontró con víctimas de abusos sexuales por parte del clero chileno en la nunciatura de Santiago, en un momento de pausa de su visita a este país, informó el portavoz vaticano, Greg Burke.
Emotiva visita a cárcel de mujeres
Unas horas después de haber pedido perdón por los abusos sexuales a menores cometidos por algunos de los miembros de la Iglesia católica chilena, el papa Francisco volvió a enfatizar en la necesidad de ofrecer disculpas, en el segundo día de su gira por Chile.
"Todos tenemos que pedir perdón, y yo el primero: eso nos humaniza", afirmó el Sumo Pontífice durante la visita que realizó al Centro Penitenciario Femenino (CPF), la mayor prisión para mujeres, situada en Santiago de Chile.
Además, ante la atenta mirada de la presidenta Michelle Bachelet, quien estuvo entre los asistentes al acto, manifestó: "Todos nos podemos equivocar, y cada día estamos invitados a volver a empezar".
En otro tramo de su alocución, Francisco definió: "Los determinismos cosificadores terminan matando la esperanza: ninguno de nosotros es cosa, todos somos personas. No nos dejemos cosificar, yo no soy un número, yo no soy el detenido número tal: soy fulano de tal".
Francisco viaja a primera hora de hoy, miércoles, a la región de La Araucanía, donde junto con realizar una misa, se reunirá con habitantes de la región.