Brasil: Persiste violencia pese a acción militar
La intervención en la seguridad de Río de Janeiro decretada por el Gobierno brasileño y que dejó en manos del Ejército el manejo del orden público completó ayer un mes en medio de críticas por el asesinato de la...
La intervención en la seguridad de Río de Janeiro decretada por el Gobierno brasileño y que dejó en manos del Ejército el manejo del orden público completó ayer un mes en medio de críticas por el asesinato de la concejala Michelle Franco, opositora de la medida, y el aumento de la criminalidad.
El asesinato de Franco, una activista por los derechos humanos que nació y creció en el complejo de favelas de Maré y que fue asesinada el miércoles junto con su conductor, Anderson Pedro Gomes, pone en la mira a los mandos del Ejército, que no consiguió detener la criminalidad en un mes de operaciones.
El hecho de que la activista fuera asesinada tres días después de denunciar excesos de la Policía Militar en las favelas y que se descubriera que las balas que la mataron fueron las mismas que se utilizaron en la mayor matanza del estado de Sao Paulo en 2015 y que procedían de un lote comprado por la Policía Federal, aumentan los cuestionamientos.