Peores inundaciones en India dejan más de 200 fallecidos
Brigadas de rescate continúan trabajando para evacuar a miles de familias atrapadas

Los equipos de rescate trabajan contrarreloj para evacuar a las últimas personas que permanecen atrapadas en la sumergida Kerala, en el sur de la India, donde las graves inundaciones de los últimos días causaron más de 200 muertos.
Tras levantar ayer la alerta roja que afectaba a casi todos los 14 distritos de la región, las autoridades esperan que la situación mejore a partir de hoy, lunes, ya que no se prevén precipitaciones importantes.
A pesar de las optimistas previsiones, las labores de rescate continúan en pleno desarrollo, con las diferentes agencias participantes, sacando a personas atrapadas en casas semisumergidas bajo el agua y tejados de toda la región.
El gran número de botes y aeronaves desplegadas no evitan que los equipos recurran a cualquier recurso a mano para evacuar a las víctimas y las imágenes difundidas en Twitter por las agencias de rescate muestran desde niños subidos en piscinas hinchables hasta ancianos siendo cargados a peso.
Después de que el primer ministro indio, Narendra Modi, visitase el sábado la zona para revisar la situación, el Gobierno ordenó movilizar “esfuerzos sin precedentes” para rescatar a las víctimas y evacuarlas a campamentos de emergencia, además de distribuir productos básicos.
“67 helicópteros, 24 aeronaves, 548 lanchas y miles de efectivos de rescate de la Armada india, el Ejército, las Fuerzas Aéreas, la Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres, Guardacostas y otras fuerzas armadas centrales se han puesto en servicio”, anunció la noche del sábado en un comunicado el Ministerio de Interior.
Desde que el pasado 8 de agosto la situación se volviese especialmente grave, al arreciar las fuertes lluvias asociadas al monzón, cientos de miles de personas fueron evacuadas a centenares de campamentos habilitados por las autoridades en toda la región.
“Hay 724.649 personas en 5.645 campamentos de socorro”, manifestó el jefe de Gobierno de Kerala, Pinarayi Vijayan, en un discurso retransmitido en directo en sus redes sociales.
El dirigente explicó que 22.034 personas fueron evacuadas por los equipos de rescate, unas labores que espera que terminen hoy con el rescate de la “mayoría” de los atrapados. También situó en 13 el balance de muertos de ayer.
Un portavoz del Departamento de Información del Gobierno de Kerala Pratheesh D. Mony precisó que entre el 8 y el 18 de agosto se produjeron cerca de 190 fallecimientos por incidentes relacionados con las precipitaciones, como deslizamientos de tierra, derrumbes y ahogamientos.
Esto eleva por encima de los 300 los decesos registrados desde la llegada del monzón a ese Estado de unos 30 millones de habitantes el pasado 1 de junio y por encima de los 200 los ocurridos en los últimos 11 días.
Después de días de incesantes lluvias, el Departamento Meteorológico de la India retiró la alerta roja que había lanzado en casi toda la región.
“Las precipitaciones están disminuyendo gradualmente y esperamos que bajen todavía más, no hay fuertes lluvias previstas a partir de mañana (hoy)”, afirmó un portavoz.
El aeropuerto internacional de Cochín, la capital regional, así como los servicios de tren y metro, están suspendidos desde que hace varios días las lluvias arreciaron.
Las aerolíneas domésticas aumentaron sus vuelos desde los aeródromos de Trivandrum, Calicut y Coimbatore para minimizar el impacto de la situación en los viajeros, mientras que nueve compañías internacionales trasladaron sus operaciones a Trivandrum, informó el ministro de Aviación Civil, Suresh Prabhu, en su cuenta de Twitter.
Los corrimientos de tierra y las inundaciones son habituales en la época del monzón en el sur de Asia, donde cada año, además de víctimas, se producen importantes daños materiales.
Además de la India, Nepal sufre también fuertes inundaciones en la actualidad.
Entre mayo y junio, más de un millar de personas murieron y otras 635 resultaron heridas en la India por desastres naturales y meteorológicos como inundaciones o caídas de rayos, según datos presentados por el viceministro indio de Interior, Kiren Rijiju, en el Parlamento indio.