Posible escalada militar por un ensayo de EEUU
China y Rusia condenaron la acción y alertaron de las posibles consecuencias
ENSAYO. El momento del lanzamiento del nuevo misil estadounidense desde San Nicolás (California). Foto: El País El Kremlin condenó ayer la prueba de Estados Unidos de un misil de crucero terrestre con un rango superior a 500 kilómetros. El ensayo tuvo lugar menos de tres semanas después de que expirara el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés), que prohibía que Rusia y EEUU almacenaran, probaran o desplegaran misiles terrestres, convencionales o nucleares, de alcance intermedio (de entre 500 y 5.000 kilómetros). Pekín también mostró su descontento con la prueba del Pentágono.
El ensayo de Washington demuestra una vez más que “los estadounidenses buscaron desde un principio terminar con el INF”, según dijo un portavoz del Kremlin en declaraciones a la prensa.
Al denunciar el INF —firmado por Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov en 1987—, EEUU acusó a Moscú de violar el tratado durante los ensayos del misil Novator 9M729. El Kremlin lo negó reiteradamente y continuó con el desarrollo y despliegue de estos proyectiles.
El viceministro de Exteriores, Serguéi Riabkov, dijo que con su ensayo Washington desveló sus intenciones de “extender el potencial desestabilizador” a un campo que, hasta hace poco, estaba firmemente regulado, como es el de los misiles terrestres de medio alcance. La situación es simplemente “lamentable”, agregó.
Por su parte, el Gobierno chino advirtió contra "una escalada de enfrentamientos militares". La prueba realizada por EEUU frente a las costas de California "tendrá graves consecuencias negativas para la seguridad regional e internacional", indicó ante la prensa el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Geng Shuang.
La prueba estadounidense, realizada con éxito, se llevó a cabo desde la isla de San Nicolás, frente a la costa de California, a las 14:30 hora local, según el Pentágono, que precisó que se trata de una “variante de un misil de crucero de ataque tierra-tierra Tomahawk”.
Las pruebas tanto de Rusia como de Estados Unidos muestran que la carrera armamentística entre ambos países está en auge y que en el futuro próximo seguirá acelerándose, con las consiguientes amenazas que ello conlleva.