Amazonía: Brasil se queja ante Trump por "ideas raras"
Los incendios van perdiendo fuerza y el Gobierno se centra en delitos ambientales

El canciller de Brasil, Ernesto Araújo, cargó ayer en Washington contra los países que exponen "ideas raras" sobre una internacionalización de la Amazonía, mientras que el diputado Eduardo Bolsonaro criticó que la ayuda ofrecida por Francia contra los incendios no "es de buen corazón".
"Algunos países están con ideas raras sobre la soberanía nacional en la Amazonía", afirmó Araújo a los periodistas a las puertas de la Casa Blanca, donde mantuvo encuentros con altos cargos del Gobierno estadounidense, a los que se sumó el propio mandatario, Donald Trump.
Araújo comentaba así la tensión desatada durante la reciente cumbre del G7, celebrada en Biarritz (Francia), en la que el presidente francés, Emmanuel Macron, criticó a Jair Bolsonaro acerca de su compromiso en la defensa medioambiental y planteó la posibilidad de proponer a la ONU que la Amazonía sea sometida a una suerte de gerencia internacional.
"Trump se mostró en contra completamente de la internacionalización de la Amazonía. No es así como funciona el mundo. Es un mundo de naciones soberanas. Que deben cooperar, sí, en la cuestión medioambiental, pero respetando la soberanía", agregó el canciller.
Araújo, quien estuvo acompañado por Eduardo Bolsonaro, a quien su padre propuso como futuro embajador ante la Casa Blanca, aseguró que en la reunión el mandatario estadounidense reiteró el apoyo al gobierno de Brasilia.
"No podemos aceptar que Macron tras atentar contra nuestra soberanía nacional, después venga a querer a hacer una ayuda", recalcó Bolsonaro.
En la selva amazónica que rodea Altamira, el municipio con mayor número de incendios forestales en agosto, las autoridades de Brasil siguen trabajando para apagar los incendios, pero se centran también en combatir los delitos ambientales que castigan desde hace años el pulmón vegetal del planeta.
Los incendios en la Amazonía brasileña perdieron fuerza en algunos puntos de la región, gracias, en parte, a las medidas de combate a fuego adoptadas por el Gobierno brasileño.
Las labores de fiscalización se han redoblado en las últimas semanas con el fin de frenar la creciente deforestación, que solo en el mes de julio aumentó un 278%.