Excarcelación de Lula eleva la polarización
En otro frente, miles salieron a la calle para mostrar repudio por su liberación
La polarización política en Brasil se agrava con la excarcelación del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, cuya puesta en libertad fue tanto celebrada como repudiada en el país que gobernó entre 2003 y 2010.
Un día después de salir de prisión, pidió en Sao Bernardo do Campo que su país siga los ejemplos de Argentina y Chile frente al "neoliberalismo" y expresó su solidaridad con Bolivia y con "el pueblo venezolano".
"Vieron en Argentina, que el compañero Alberto (Fernández) y la compañera Cristina (Fernández) le dieron una zurra a (Mauricio) Macri y ganaron las elecciones", declaró Lula en su primer acto de masas desde que dejó la prisión en que estuvo desde abril de 2018 condenado por corrupción.
También aseguró que "Chile es el modelo" que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, "quiere construir" y dijo que "por eso los chilenos están en la calle" y protestan a diario desde hace semanas, "en combate contra el neoliberalismo".
Asimismo, citó las protestas que, en sentido contrario, ocurren en Bolivia, donde miles de personas tomaron las calles de La Paz y otras ciudades para exigir la renuncia del presidente Evo Morales, por un supuesto fraude en las recientes elecciones.
"El compañero Evo ganó las elecciones, hizo el mejor Gobierno desde que Bolivia fue fundada, creó políticas sociales y fue elegido otra vez, pero la derecha no acepta el resultado", aseguró Lula en Sao Bernardo do Campo, ciudad vecina a Sao Paulo en la comenzó su vida política en la década de 1970.
Aludió además a la segunda vuelta electoral que Uruguay celebrará el 24 de noviembre, en la que se enfrentarán el oficialista Daniel Martínez, candidato del gobernante Frente Amplio, y el opositor Luis Lacalle Pou.
"Tenemos que pedirle a Dios que Martínez gane en Uruguay", dijo Lula, para añadir inmediatamente que "tenemos que ser solidarios con el pueblo de Venezuela", aunque sin mencionar al gobernante Nicolás Maduro, a quien apoyó desde su llegada al poder.
Lula también reservó alguna crítica para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de quien dijo que se debe "ocupar de su país", pues "no ha sido elegido para ser el 'sheriff' del mundo".
En la otra cara de la moneda, miles de personas salieron a la calle en varias ciudades del país para mostrar su repudio por la liberación del dirigente, quien se benefició de un cambio de criterio del Supremo brasileño.