Chile: Crisis cumple un mes con graves pérdidas para el país
El Gobierno estima que el estallido social dejó sin trabajo a unas 300 mil personas
Las protestas sociales en Chile, que ayer cumplieron un mes, dejaron un total de 17.313 personas detenidas, 950 de las cuales están aún en prisión preventiva.
Según datos de Carabineros, la policía del país, 131 comisarías fueron atacadas en estas semanas, además de cinco cuarteles del Ejército.
Las protestas, que estallaron el pasado 18 de octubre tras la subida del precio del billete del metro, pusieron contra las cuerdas al Gobierno de Sebastián Piñera y a las instituciones chilenas y dejaron 2.381 civiles heridos.
El propio mandatario reconoció el domingo que hubo abusos y un uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad y se comprometió a sancionarlo.
De hecho, el Instituto Nacional de Derechos Humanos ya llevó a los tribunales 346 casos, de los que 246 fueron por torturas y tratos crueles y 58 por violencia sexual.
“No habrá impunidad y nuestro Gobierno hará todos los esfuerzos para asistir a las víctimas en su recuperación y para que la fiscalía y la justicia cumplan su misión de investigar y hacer justicia”, señaló Piñera.
Cálculos preliminares indican que los destrozos únicamente en la infraestructura pública suponen pérdidas de 4.500 millones de dólares.
El estallido que vive Chile también dejó 300 mil nuevos desempleados entre noviembre y diciembre como consecuencia de la semiparalización del país, según calcula Hacienda.
La empresa privada también sufre la crisis. La multinacional Walmart interpuso seis recursos de protección en contra del Estado por incumplir con su deber de garantizar el orden y la seguridad pública.
De acuerdo a la cadena de supermercados estadounidense, hubo más de 1.200 saqueos en sus instalaciones y se incendiaron 128 locales, en 17 de ellos se produjo una pérdida total.
La economía de Chile se expandió a un tasa del 3,3% entre julio y septiembre de este año, antes del gran estallido social que sacude al país y que ha obligado al Banco Central a recortar sus previsiones de crecimiento para 2019.
El informe del Banco Central da cuenta de que Chile era uno de los países más prósperos y estables de la región hasta el pasado 18 de octubre, cuando se detonó la mayor convulsión social desde el retorno de la democracia en 1990.