Colombia: Protestas terminan en hechos de vandalismo
Los convocantes de la protesta rechazan las políticas del gobierno de Iván Duque

Una batalla campal entre vándalos encapuchados y la Policía colombiana se desató ayer en la Plaza de Bolívar de Bogotá al cierre de las manifestaciones contra la política económica y social del Gobierno del presidente Iván Duque.
Los encapuchados intentaron entrar a la fuerza en el Capitolio Nacional, situado en el costado sur de la plaza, y en el Palacio de Líevano, sede de la Alcaldía, en el lado oeste, lo que llevó a la reacción de la Policía.
Los desórdenes comenzaron cuando la mayoría de los participantes en las manifestaciones, que transcurrieron pacíficas en su mayor parte, se retiraban del centro de la ciudad.
Los vándalos arrojaron piedras y cócteles molotov contra los policías y también arrancaron las mallas instaladas por las autoridades para proteger la fachada de edificios históricos del centro de la ciudad, así como la estatua del Libertador Simón Bolívar, ubicada en el centro de la plaza.
En la arremetida, algunos manifestantes intentaron detener a los vándalos, pero fueron superados por estos, que además atacaron comercios situados a lo largo de las carreras séptima y octava, en el centro de la ciudad.
"Algunas minorías han cometido numerosos actos vandálicos y agredido a nuestros policías", manifestó en su cuenta de Twitter el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, quien agregó que también hubo disturbios en los alrededores de la Universidad Nacional y en el cruce de las avenidas Suba y Boyacá, en el norte de la capital.
El paro nacional fue convocado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC).
Los organizadores aseguran que una reforma laboral que supuestamente prepara el Gobierno destruye la estabilidad del empleo.
Asimismo, las centrales obreras argumentan que el Gobierno busca eliminar el fondo estatal de pensiones Colpensiones y dejar los aportes de empresas y trabajadores para la jubilación en manos de fondos privados, un modelo del que dicen probó su "fracaso" en Chile.
Las protestas también rechazan una reforma tributaria y el anuncio de privatización de algunas empresas estatales.
De igual manera, las peticiones abarcan el plano educativo, salarial y un reclamo de respeto al derecho a la protesta, entre otras.
En Cali
El alcalde de Cali, Maurice Armitage, decretó ayer el toque de queda en esa ciudad, la tercera de Colombia, para contrarrestar el vandalismo que se desató en algunos barrios durante la jornada de protestas.