Colombia: Sigue la tensión y hay un herido de gravedad
La capital, Bogotá, fue escenario de una ola de saqueos y actos vandálicos en varias zonas

La capital colombiana intentó volver ayer a la normalidad pero con una tensión en el aire por las continuas protestas contra la política económica y social del presidente Iván Duque y los desmanes de vándalos que aprovechan las movilizaciones pacíficas para sembrar el caos.
Después de una noche de incertidumbre provocada por saqueos que desencadenaron el pánico en distintos barrios de Bogotá, el toque de queda decretado el viernes por la Alcaldía fue levantado y la ciudad retomó lentamente sus actividades habituales.
Además del toque de queda, el Gobierno recurrió al Ejército que desplegó el viernes miles de soldados en las calles de la ciudad donde ayer todavía patrullaban con el apoyo de tanquetas para mantener el orden, una escena inusual en Bogotá a pesar del prolongado conflicto armado interno del país.
"Debo decir que con el alcalde (Enrique Peñalosa) mantenemos toda la coordinación minuciosa y tenemos, además, la continuación del patrullaje conjunto entre la Policía y el Ejército", manifestó el presidente a periodistas.
Sin embargo Peñalosa, tras dar un parte de normalidad, dejó en el aire un comentario enigmático: "Tenemos que prepararnos para un esfuerzo largo, yo los invito a que tengan paciencia, a que tengan resistencia, porque aquí vienen días duros y difíciles", manifestó.
El temor a que los saqueos del viernes en el sur se repitieran en otras zonas de la ciudad llevó anoche a los habitantes de algunos barrios a formar grupos de defensa para proteger sus propiedades.
Con la situación bajo control, el comercio abrió sus puertas desde temprano y el servicio de transporte público inició sus operaciones sin mayores alteraciones, con excepción de algunas estaciones del sur que fueron destruidas por vándalos.
La tensión que se vive se notó ayer cuando centenares de personas que hacían un cacerolazo contra el Gobierno en el Parque Nacional fueron dispersadas por la Policía con gases lacrimógenos, tal como ocurrió la víspera en la Plaza de Bolívar, lo que no mermó el ánimo de los manifestantes que siguen convocando concentraciones en Bogotá y otras ciudades.
Las autoridades aseguran que la situación en Bogotá está bajo control y el director de la Policía, general Óscar Atehortúa, afirmó que en todo el país fueron detenidas a 337 personas, 29 de ellas extranjeras, por lo que hizo un llamado para evitar la xenofobia, pues inmigrantes venezolanos fueron acusados por la gente de cometer ataques.
De ellas, 169 fueron capturadas en Bogotá, incluidos 21 menores de edad, agregó el jefe policial.
Ante las masivas protestas del jueves, que transcurrieron de forma pacífica, y los actos vandálicos del viernes, Duque anunció que convocará a todos los sectores políticos y sociales para reunirse en conferencias que comenzarán hoy, domingo, con los alcaldes y gobernadores electos.
Un joven resultó gravemente herido en la cabeza ayer, al parecer por un proyectil disparado por la Policía en el centro de Bogotá, durante el tercer día de protestas contra el Gobierno que dejaron hasta el momento tres personas muertas en diferentes partes del país.
En videos difundidos en redes sociales se observa a un muchacho herido y sangrando en el piso de la céntrica Avenida 19 mientras recibe atención médica por parte de miembros de la Cruz Roja y la Defensa Civil.
Policías
La noche del viernes, mientras el país se concentraba en la situación de Bogotá, tres policías murieron y siete más resultaron heridos en un atentado con explosivos perpetrado por desconocidos contra la sede de esa institución.