Encapuchados: España dice que fue a “tomarse un café” a la residencia mexicana en La Paz
La Ministra de Asuntos Exteriores del país ibérico además dijo que considera "no muy patriótico" que parlamentarios de su nación no crean la versión de sus diplomáticos
La ministra de Asuntos Exteriores de España, Arancha González Laya, afirmó este martes que "no es muy patriótico" que parlamentarios de su país den credibilidad a medios de comunicación antes que a los diplomáticos y policías españoles sobre lo ocurrido en la residencia de la Embajada de México en Bolivia el pasado diciembre, cuando, según sus palabras, sus delegados fueron a "tomarse un café" por Navidades y "ante la soledad" de la representante azteca en La Paz.
La ministra ha respondido así a una pregunta del senador del PP Gonzalo Robles, quien reclamaba más detalles sobre lo ocurrido el pasado 27 de diciembre en la residencia de la embajada de México en La Paz (Bolivia) durante la visita de dos diplomáticos españoles acompañados por cuatro agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía.
La ministra ha relatado cómo el embajador de la UE en Bolivia pide a la encargada de negocios españoles que "en un momento especial, Navidades, y ante la soledad de la embajadora de México en Bolivia tenga a bien acompañarle a tomarse un café con ella en su residencia".
La "honorable diplomática" española, pide permiso para hacerlo, que le otorga el entonces secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, por lo que acude a la residencia de la embajada de México a tomarse un café con la embajadora.
En opinión de González Laya, "han quedado muy claras tres cosas": que la encargada de negocios "tenía autorización y autoridad" para tomarse un café con la embajadora de México; que los diplomáticos y policías españoles "cumplieron escrupulosamente con las obligaciones del Convenio de Viena sobre relaciones diplomáticas".
Y tercero que quienes no cumplieron con las indicaciones del Convenio de Viena fueron "una serie de individuos bolivianos que acosaron a nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a nuestros diplomáticos".
Ha sido entonces cuando la ministra ha subrayado que lo que le "sorprende enormemente es que nos creamos las versiones que leemos en la prensa y los medios de comunicación y no creamos a nuestros propios Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y nuestros diplomáticos, porque esto no es muy patriótico".
Para Robles, resulta "inimaginable" que un diplomático tomara la decisión de autorizar semejante misión "sin contar con alguien del Gobierno" ya que en la residencia de la embajadora mexicana "se encuentra asilado un señor perseguido por la Justicia" que además es "amigo íntimo de quien hoy es vicepresidente del Gobierno".
La ministra ha reprochado a Robles que no dé crédito a "nada de lo que le expliquen la ministra y los servicios independientes de verificación del Ministerio, que para ella dice "muy claramente cuál era el objeto de la visita, cuál fue el comportamiento de los funcionarios diplomáticos españoles y de los cuerpos y fuerzas de seguridad".